El problema del suministro de agua en la entidad larense obliga a muchos a contratar el servicio de camiones cisternas para abastecerse del líquido. Es por ello, que decenas de jóvenes se dedican a esta labor para contribuir con la causa y generar ingresos.
Muchos jóvenes han dejado sus estudios para dedicarse a otros oficios, uno de ellos es trabajar como cisternero, tal es el caso de Dogni Amaro, un muchacho de 23 años que abandonó el liceo para ayudarle a su padre con dicha labor.
Desde que tenía 13 años de edad, el joven participa en este negocio junto a su familia y con ello puede mantener a su hija. Según él, ser cisternero consiste en dedicar tiempo a recorrer la ciudad para brindar el servicio de suministro de agua potable a hogares, comercios, entre otros establecimientos.
¿Cómo es la jornada laboral?
El joven explicó que, quien desea unirse a la red de cisterneros, solo debe llevar su vehículo de manera particular y sumarse a la lista. El llenado comienza desde las 4:00 de la madrugada y a partir de las 5:00 o 6:00 de la mañana salen a repartir. Esto en el llenadero Jacinto Lara, al oeste de Barquisimeto.
“Hay que dar varias vueltas para salir del viaje”, dijo Amaro, haciendo énfasis en que, no todo el tiempo venden la cisterna completa; sin embargo, los días buenos puede cobrar 35 dólares sin contar los gastos del camión y el pago del ayudante.
Además, explicó que, cada uno tiene la libertad de cubrir el sector que desee, en su caso viaja hacia las poblaciones de Pavía y la zona norte. En cuanto a las dificultades que enfrenta, la principal es la adquisición de combustible para el camión, lo cual ha mejorado en los últimos meses.
“Este es el oficio que he conocido toda mi vida y hasta ahora seguiré ejerciéndolo” precisó.
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