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Sorimar Manrique. (Foto: Kevin Arteaga)

A Sorimar Manrique le sorprendió la petición que le hizo su hijo este año para el regalo de Navidad. “Solo pidió que le arreglara la bicicleta, por la situación económica que se está viviendo. Los niños ahorita están muy conscientes”, explicó este sábado 19 de diciembre a El Carabobeño.

Pero el próximo viernes 25 ella espera que él sea el sorprendido, porque además de arreglar su bicicleta, Sorimar le dejará bajo el árbol un modesto obsequio que logró comprarle meses atrás. “Decirte que voy a comprar un regalo ahorita es imposible, todo está demasiado costoso”.

Para ella y su familia tiene una gran importancia mantener vivas las tradiciones navideñas, aunque sea en condiciones de austeridad, porque son sinónimo alegría y esperanza. Sin embargo, no tienen previsto hacer la tradicional cena de Noche Buena para ahorrar recursos y poder celebrar en la noche de Año Nuevo.

“Estamos entre todos viendo si podemos hacer las hallacas, aunque sea para el 31 de diciembre. Normalmente se hacían también para el 24 y hasta quedaban para enero”, dijo. En años anteriores lograban elaborar hasta 200 hallacas. Este diciembre esperan hacer, con suerte y si reúnen los ingredientes necesarios, al menos 50.

Sorimar no está dispuesta a perder la motivación decembrina, en medio de circunstancias adversas. “A pesar de la pandemia o la situación económica, siempre hemos tratado de hacer lo mejor posible para que se mantengan las tradiciones y tener ese poquito de luz y esperanza para el siguiente año”, agregó.

Alexandra Guédez tiene tres trabajos y recibe ingresos en dólares. Con mucho sacrificio podrá darle a su hija de siete años un par de regalos de Niño Jesús, ya que como varias madres, se planificó y para ahorrar un poco los compró a mediados de año.

La hija de Alexandra en su carta no pidió regalos específicos, también consciente de la situación, como el hijo de Sorimar. “Querido Santa: este año espero que me traigas lo que puedas”, se lee en la nota que dejó en el arbolito.

“Para algo me fajo trabajando incluso los fines de semana si es necesario. Ella es mi prioridad”, señaló Alexandra.

El próximo 24 en la noche Martha Henríquez se reunirá solo con sus familiares de Valencia para hacer una cena. Antes solían acudir a la celebración los de otros estados del país, pero decidieron limitarse por la COVID-19.

“Unos van a llevar las hallacas, otros el pan de jamón y otros el asado. Así nos compartimos todos las cosas para poder disfrutar un rato sabroso en familia, a pesar de que todo ha sido muy limitado”, sostuvo Martha.

En cuanto a la llegada del Niño Jesús, dijo: “Gracias a Dios sí pudimos comprar los regalos a los pocos niños que quedan en la familia”.

 

 




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