Tras dar por terminado un parón de cinco meses, Tiger Woods se mostró satisfecho con su actuación de este jueves en la primera ronda del torneo Memorial en Dublin (Ohio), que acabó con el estadounidense Tony Finau en el liderato provisional.
Sin la multitud de espectadores que suele acompañar sus recorridos, Woods firmó una tarjeta de 71 golpes, uno bajo par, que le dejó a cinco golpes de distancia de la cabeza.
La estrella estadounidense, de 44 años, no competía desde que tuvo que retirarse del torneo Genesis Open en febrero por problemas en la espalda.
Cuando el circuito se reanudó a mediados de junio, tras tres meses de suspensión por el coronavirus, Woods optó por no participar en los primeros cinco eventos por precaución ante los riesgos de la pandemia.
Este jueves en el campo de Muirfield Village, sin aficionados presentes, el 15 veces ganador de torneos de Grand Slam logró cuatro birdies durante su recorrido.
«Me sentí bien, estaba un poco oxidado, pero sentí que en general fue un buen comienzo», dijo Woods, añadiendo que estaba feliz de sentir el viejo «nerviosismo» previo a un torneo a pesar de la ausencia de espectadores en el campo.
«Fue una buena sensación», dijo Woods.
El líder, Tony Finau, encadenó tres birdies consecutivos en el noveno, décimo y undécimo hoyo, y cerró con birdies consecutivos en el 17 y 18 para dejar atrás a Ryan Palmer por un solo golpe.
El español Jon Rahm, número dos del mundo y que opta de nuevo esta semana a desbancar a Rory McIlroy de la cabeza, firmó una tarjeta de 69 golpes para compartir el quinto lugar con Lucas Glover y Charles Howell.
McIlroy, jugando junto a Woods, acabó con 70 golpes, dos bajo par.
