“El desarrollo es mucho más que un número”
Amartya Sen
La actual crisis que atraviesa Venezuela es la consecuencia directa de un pésimo manejo en lo fiscal y lo monetario, es decir en los aspectos de la macroeconomía aplicada, sin entrar al análisis que incorpora el preocupante interés del régimen por mantenerse en el poder a pesar del desarrollo de una emergencia humanitaria compleja es menester estudiar la incidencia de los modelos de acción de los nuevos agentes heterogéneos keynesianos, por esta vía y con el auspicio de un gobierno dispuesto a salir de los fatales errores del socialismo la estabilidad monetaria estaría servida.
Si contásemos con una economía mínimamente funcional, con estándares de crédito y credibilidad en términos de consistencia dinámica, podríamos hacer un ejercicio que sirva de proxy a los modelos HANK, por sus siglas en inglés («Heterogeneous, Agent, New, Keynesian”), asumiendo estas propuestas en lecciones.
Primera lección Proveer los efectos de política indirectos
Los modelos Hank, han demostrado como los hogares, afectan su consumo tanto directa como indirectamente, son canales directos aquellos que se derivan de la política monetaria, aumento de los tipos de interés, aplazamiento del consumo actual por el consumo futuro, precios de los bonos y valores de los bienes inmuebles, así mismo existen canales indirectos asociados con los caneles indirectos es decir el tamaño de la propensión marginal al consumo (PMC), los cuales indican que parte del ingreso se consume y cual parte del ingreso se ahorra, aquí se evidencia una radical tendencia al efecto del comportamiento del consumidor, así los bancos centrales, no deben centrarse únicamente en la obtención de un solo parámetro, por el contrario deben de conocer las fricciones del consumo, la relación con los gobiernos locales obligados a llevar estadísticas de índole económico y catastral creíbles y desagregadas para dar cuenta del efecto macroeconómico.
Segunda Lección navegar la coyuntura:
De acuerdo a una concepción tradicional, cuando la política monetaria se hace expansiva, todos los agentes económicos se sienten mejor, es decir aumenta la demanda agregada, sin embargo los modelos HANK, demuestran que esto es una visión positivista y por ende pletórica de pensamiento muerto, los efectos son divergentes en unos hogares una política de recortes y aumentos de intereses, propenden a fomentar efectos positivos en los deudores quienes ven disminuir realmente su endeudamiento, en contraposición con el efecto generado en los hogares ahorristas quienes perciben menos por los rezagos en el consumo, los modelos HANK, nos enseñan sobre los efectos de la política redistributiva de los hogares, aquellos con una elevada propensión marginal al consumo ( PMC), compensarían los efectos nocivos de los hogares con una reducida propensión marginal al consumo (PMC), estos modelos obligan a abandonar la ilusión de estabilidad sin redistribución.
Tercera Lección Traza Fiscal:
La política fiscal, no puede disociarse de la política monetaria, cuando los modelos HAMK relacionan desigualdad y riqueza, establecen un sólido vínculo entre la macroeconomía aplicada, así cuando el banco central aumenta los tipos de interés aumenta el coste de la deuda, este déficit debe financiarse con un aumento de los impuestos o disminuyendo el gasto como proporción de la demanda agregada, la capacidad de los hogares para calibrar esta carga suponen transferencia desde los hogares gastadores o con una más elevada propensión marginal del consumo (PMC), hacia aquellos con acotados niveles de consumo. Estos modelos amplían el espectro sobre la eficiencia productiva agregada del gasto social y el alcance de la redistribución de los hogares.
Cuarta Redistribución óptima
El equilibrio general en los modelos HANK, determinan la ventaja de una estabilización agregada, constituyendo un equilibrio óptimo entre la política monetaria y la fiscal, las ventajas de este óptimo general se ven sobrepasadas al imponer redistribuciones naturales y no discrecionales, hacia los hogares con mayores precariedades de consumo.
Podríamos sentirnos tentados en asumir que la política monetaria podría redistribuir efectivamente las ventajas de la redistribución, pero su espectro es muy limitado y burdo, correspondiéndole a la política fiscal tal propósito, de aproximarse hacia una distribución más justa de quienes requieren apoyo.
Esta lección se convierte en voces al aire, cuando advertimos el primitivismo de nuestro Estado, su mutación hacia una desviación totalitaria y abyecta, somos una fistula abierta en el continente, el peso del éxodo ha obligado a Colombia y a Brasil, a solicitar ayuda, atravesamos una emergencia compleja producida por le endogamia del mal, ostentamos cifras de inflación indecibles 398% anual y 121% intermensual, a ello se suman los valores del tipo de cambio que en solo ocho meses revelen una depreciación del 86, 34% según datos del BCV y que solamente en los días hábiles de agosto se depreció en 10%, presentan el cuadro de un fardo sangrante que llamamos país y del cual corresponde huir o quedarse para denunciar, pero jamás para cohabitar con los artífices de este horror, esta lección se pierde, a ellos no les importa el bienestar, ni los aportes de Walras, son malos y pretenden quedarse atados al poder, hasta que el país arda hasta sus cimientos, mientras tirios y troyanos bailan y se dan un banquete, sobre las osamentas de millones y el horror de un exilio que supera los 8,5 millones de víctimas.
X @carlosnanezr
