Ya muchos están de vacaciones navideñas y es frecuente los viajes y paseos a
playas o piscinas en destinos con mucha exposición al sol.
En nosotras, los estrógenos suelen predisponernos a sufrir de manchas en la
cara con la exposición solar, este riesgo suele ser mayor si tomas anticonceptivos con
estrógenos o estás embarazada, por la mayor cantidad de hormonas que circulan
durante la gestación.
Si bien el sol es necesario para la producción de vitamina D y el ánimo, la
exposición prolongada y en horas de mayor radiación impone riesgos para la salud de
todos.
El cáncer de piel e incluso las cataratas forman parte de las afecciones que
pueden ocurrir por la exposición sin protección.
Si estás embarazada, además de mancharte la cara, la exposición al sol también
tiene sus riesgos para ti y tu bebé:
Tu sistema de adaptación al calor no funciona igual, por lo que al igual que
ancianos y niños, eres particularmente sensible a las altas temperaturas.
El calor extremo aumenta el riesgo de muerte fetal, ruptura prematura de
membranas y parto prematuro.
Algunos estudios sugieren que los hijos de madres expuestas al sol durante el
tercer trimestre son más propensos a sufrir de enfermedades alérgicas y asma.
Así que si estás embarazada y vas a exponerte al Sol es bueno que:
Te protejas de las altas temperaturas, e idealmente te mantengas en la sombra
de 10 am a al menos las 2 pm y en un área con buena ventilación.
Mantente siempre bien hidratada, así evitas la sed.
Utiliza siempre protector solar de 50 SPF o más.
Recuerda aplicarte frecuentemente el protector solar, y consulta con tu médico
antes de tu viaje para aclarar cualquier duda y evitar contratiempos durante tu
descanso.
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