Entre los rubros que en diciembre reflejaron mayores aumentos destacan Vestido y Calzado (57,8%), Equipamiento del Hogar (55,8%), Alquiler de Vivienda (51,8%) y Alimentos (49,4%), destaca un comunicado del OVF en su página web.
El alza en el gasto de alimentos representa la mayor porción de las erogaciones del grupo de ingresos más bajos, según el observatorio.
La tasa de inflación anualizada de 305,7% excedió tanto la tasa de devaluación del bolívar en el mercado oficial (275%) como la del mercado paralelo (293%). Ello sugiere que el bolívar se ha apreciado en términos reales con lo cual, a pesar de la significativa devaluación nominal, el bolívar tiene mayor poder de compra externo que internamente.
De acuerdo con el OVF, las pronunciadas aceleraciones de la inflación registradas desde septiembre de 2022 pudiesen colocar a la economía venezolana ante el peligro de un rebrote hiperinflacionario, que está tomando fuerza con la sostenida devaluación del bolívar que ejecuta el BCV, al abandonar el anclaje del tipo de cambio, en el contexto de una pérdida de reservas internacionales de US$ 993 millones durante 2022.
Según los especialistas, enero de 2023 comenzó con un ritmo de devaluación del bolívar que no se había observado desde que se eliminó de facto el control de cambios.
En cuanto al valor de la Canasta Alimentaria, se ubicó en diciembre de 2022 en US$ 371, lo que implicó un aumento de 50%, en términos de moneda nacional. Los pensionados del Seguro Social o los empleados públicos, sin incluir los bonos que reciben ocasionalmente, necesitan 53 salarios mínimos para adquirir los bienes de la Canasta Alimentaria.
