En respuesta a las declaraciones de la Ministro de la cartera de Economía, Finanzas y Comercio Exterior Dra. Delcy Eloína Rodríguez quien en unas declaraciones afirmase que en Venezuela la Hiperinflación ya estaba siendo superada y que además teníamos al Bolívar como moneda, es decir que se seguirá replicando el fenómeno de la dolarización y con ella la miseria y el hambre, al parecer la titular de este Ministerio no es capaz de revisar las estadísticas del BCV, ni los instructivos para la proyección de presupuesto de empresas del Estado como PDVSA, quienes estiman un tipo de cambio superior al millón doscientos mil bolívares por dólar para enero de 2021, todo ello demuestra el abandono del objetivo del tipo de cambio, como consecuencia de una inexistente política monetaria, que nos ha sumido en largos 34 meses de hiperinflación, destruyendo la estructura de precios y la moneda,  sumiendo al país en hambre y miseria. Es conocido que para ostentar cargos ministeriales en el régimen de Nicolás Maduro, no es necesario demostrar versatilidad en el manejo de asuntos tratados, pero la evidente crisis económica es una verdad de Perogrullo que no necesita de elaborados análisis para evidenciar el absoluto fracaso que presentan las cifras en materia económica reveladas por organismo oficiales como el BCV.

En nueve meses la inflación medida por el órgano emisor se ha incrementado en 9,44 veces, es decir el aumento es de casi diez veces en toda la estructura de precios en la economía nacional,, y de acuerdo al parlamento el tipo de cambio ha aumentado en 15,44 veces. En términos desagregados los precios de bienes y servicios se han ajustado en 450% y en materia de alimentación han incrementado en un 671,8%, la traducción a las calles es pobreza y desnutrición un drama cotidiano que junto a la destrucción de servicios públicos marca y atenaza a los venezolanos,nuestra población está sumida en 97% en pobreza extrema de ingresos, a diario se hacen cuentas para comer, ninguna capa de la sociedad consume los 51 gramos de proteínas y las 2000 kilocalorías requeridas, estamos sumidos en una catástrofe humanitaria de proporciones siderales.

Causa impotencia que la titular del ministerio de Economía se encuentre absolutamente ausente de la dimensión de la crisis económica que ha provocado el propio gobierno y que cuya magnitud es medida por el Banco Central de Venezuela, quien además reporta una depresión de la economía que solo deja en pie a una cuarta parte de nuestra economía, demostrando así la veracidad de la máxima de Von Mises, sobre la imposibilidad del cálculo económico en socialismo. Lo cual no exculpa a la ministra de la negación de una realidad incontrovertible, al parecer el requisito necesario para ocupar una cartera ministerial, subyace en la aplicación de la posverdad como máximo objetivo de la neolengua para desmontar la libertad y la democracia.

 

Nuestro país representa el reto más grande de toda la región, los efectos de la migración desordenada de venezolanos causa estrés financiero en las economías de la región, así pues países como Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Trinidad y Tobago, se resienten en su estructura fiscal, como resultado de la problemática y caótica migración de ciudadanos que huyen del hambre, la miseria, la falta de oportunidades y además trasladan un problema sanitario en el marco de la pandemia.

Para el Presidente del Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), la crisis migratoria de Venezuela es de un nivel de gravedad semejante a la crisis en Siria, pero en cuestión de financiamiento la comunidad internacional sólo ha aportado 10% de los recursos que le han proporcionado a la crisis siria. Estamos solos enfrentando esta innominada situación, la crisis económica de Venezuela ha mutado desde el desabastecimiento brutal vivido en bienio 2016-2017 hacia el establecimiento de un fenómeno mucho peor, la imposibilidad de comprar, como resultado de la destrucción del ingreso y la desmonetización de la economía, como consecuencia de la permanencia de la antigualla hiperinflacionaria por más de 34 meses y 26 trimestres de caída de la economía.

Finalmente quiero recomendarle a la “Doctora” Delcy Eloína Rodríguez, que consulte alguna literatura básica en materia económica, y en mi condición de profesor de Economía Política de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, le recomiendo revisar el libro de “Fundamentos de Economía” del autor Mankiw,  a los fines y medios de que aclare conceptos elementales cuándo se emite dinero sin respaldo, para financiar un Déficit Fiscal, superior al 30% del PIB, el resultado es hiperinflación y cuando el índice de precios se incrementa a los niveles en los cuales se ha incrementado en nuestro país el ratio de liquidez monetaria (M2) sobre el índice nacional de precios al consumidor, el resultado es que la liquidez se subsume y se destruye el dinero, esa es un lección elemental que se enseña y se debe aprender entre el primero y segundo año de la carrera de Derecho, profesión que usted ostenta. Siendo abogado debería conocer el marco de artículos que regulan la actuación del Banco Central para detener la inflación y producir estabilidad de precios, a saber del artículo 319 al 320 en nuestra constitución, todos violados y causantes de este extravío en el ámbito de la estabilidad. Como ciudadanos merecemos mejores ministros, a los fines de evitar preguntarnos societariamente, un poema de Benedetti en medio de esta tragedia colectiva: ¿De qué se ríe Señora Ministro?

Estamos como sociedad extraviados, inmersos en este drama y gobernados por personajes sin mínimo sentido de otredad y menos de alteridad, podríamos decir gobernados desde la indolencia y la fatal arrogancia denunciada por Hayek, claro que la Ministro sabe perfectamente que en materia económica el gobierno es un desastre, desde luego que conoce al menos de manera teórica el funcionamiento de la política monetaria y fiscal de un país, pero aquí aplica un proverbio chino: “ Cuando el dinero habla la razón calla”, aún están a tiempo de rectificar antes de que este barco zozobre, pues acudiendo a Benedetti de nuevo, “después de todo usted es el palo mayor de un barco que se va a pique”.

“La inflación es un impuesto sin regulación”

Milton Friedman

 

 

 

 




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