Luis Alejandro Borrero | @LABC7

lborrero@el-carabobeno.com

El pie de texto en la declaración del acta de independencia de Venezuela demuestra lo que en realidad fue: el resultado de un movimiento civil. Ninguno de los firmantes era un hombre en armas, apunta María Soledad Hernández Bencid. El problema es que se ha querido hacer ver que la soberanía nacional fue un acto militar. “El 5 de Julio fue una fecha importante. Y lo sigue siendo por su significación: fue un acto civil, ahí hay que poner el punto”, dice la historiadora venezolana.

La clase política dirigente, tanto de oposición como de Gobierno, deberían revisar la historia. Es importante rescatar el componente civil del proceso. Los políticos no tienen derecho de engañar utilizando la historia como propaganda. “En la historia debemos ver nuestros orígenes, de dónde venimos y hacia dónde vamos. No verla como un vulgar instrumento de propaganda”. Esa debería ser una preocupación primigenia de los políticos hoy día, recomienda Hernández. Si se piensa que los problemas del venezolano tienen solución en la educación, se debe empezar por allí.

Se ha pretendido inventar un nuevo relato de los hechos. “Lo militar es una parte, no toda la historia”. Lo del 5 de Julio fue una asamblea constituyente que se convoca. Donde se elige. Donde solo participan los civiles. No es que se niega lo militar, agrega. El problema es que se ha querido inventar una historia de hazañas y de cuasi dioses del Olimpo. En Venezuela la historia es de hombres de carne y hueso, resaltó.

Civiles, sacerdotes, pero no militares. La inspiración del 5 de Julio fue el resultado de un cambio político. La toma en el Poder de una Junta Suprema Conservadora de los intereses del Rey Fernando VII era la representación de un sistema en decadencia. Había, de alguna forma, un nexo con España. Hernández aclara que hay elementos que casi no se mencionan, pero que tuvieron un papel fundamental para erradicar ese sistema.

Uno fue la conformación de las sociedades patrióticas. Fueron un organismo trascendental entre el 19 de Abril de 1810 como declaración de independencia y el 5 de Julio como firma del acta. Hernández, con maestría en historia de las américas, señala que fueron organizaciones conformadas por jóvenes que habían estado en Europa y traían ideas de efervescencia. Sabían lo que era la Revolución Francesa, los principios del hombre y del ciudadano; y en esa figura se juntaron: jóvenes como Bolívar, Coto Paul y otros.

Francisco de Miranda fue clave en las sociedades patrióticas, apunta Hernández. “Entran en el proceso de discusiones sobre las ideas y allí se presiona mucho sobre la necesidad de un congreso constituyente, para que se redacte una Constitución y nos olvidemos de la Junta Conservadora de Fernando”. La idea de un Gobierno independiente y Republicano prevaleció. La historiadora resalta que el ADN histórico del venezolano es civilista.

Representaba un esfuerzo enorme de una élite. La firma del Acta de Independencia fue el empuje definitivo de los héroes de 1811 por cortar definitivamente los nexos que unían a Venezuela con España. A diferencia del 19 de Abril de 1810 —destitución de Vicente Emparan del Cabildo de Caracas—, en 1811 se representó una idea de ciudadanía. Que la cosa pública es de todos. Que los ciudadanos son súbditos de la Corona española. Eso significó orientar los destinos por un rumbo distinto a la monarquía, apunta la doctora en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Ni siquiera el 19 de Abril fue un hecho militar. La guerra vino después. En 1812 es cuando se desata la pugna en armas.

Se puede encontrar analogías en la historia. No comparaciones. Hernández cree que hacerlo sería descontextualizar y caer en anacronismos. La historia, desgraciadamente, parece no interesarle a la gente. La concepción de la Tercera República tiene un papel importante en el por qué se quiso hacer ver que la independencia era algo más que todo militar. “La historiografía venezolana ha cometido ese error: así se nos enseña y vende a niños, adolescentes e incluso universitarios”. A los pueblos que conocen su historia, nadie puede llegar de buenas a primeras a contar un cuento que no es real.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.