Mientras algunas familias se quedaron esperando a las afueras del Parque Recreacional Sur, que no abrió sus puertas, alegándose que se plegaron al lunes de mantenimiento, en el Parque Fernando Peñalver, si pudieron entrar, pero la connotación común: Muy pocos niños con regalos nuevos. Aquí, la Navidad 2017 hizo reflejo de la situación del país: Familias que en medio de lo poco, buscan alternativas de esparcimiento para compartir.
«Es el verdadero sentido de La Navidad», expresó el señor Jesús Ortega, el abuelo de dos hermanitos que jugaban muy alegres, con sus muñecos de Batman y de Hulk el hombre increíble. «Lo importante no es el valor del juguete, sino el juguete. Hay papás que andan pensando es darles el mejor regalo como el que ellos no tuvieron, andan pensando en ellos, cuando los niños son muy creativos y le dan importancia es el jugar más que al objeto». Analiza que en La Navidad es fundamental desarrollar la creatividad.
Pero, nos «quitaron la Navidad», dijo muy sentida la señora Marisol cuando llegó al parque y observó que la mayoría de los niños llegaban con juguetes ya con cierto tiempo.
Aún así, este factor no fue determinante para los padres Milagros y Francisco Zapiani, de dos niños: una de dos años y un varón de 9 años. «No pudimos comprarle regalos, pero hicimos el intento de traerlos al parque y seguir reunidos en familia. Este año ha sido muy duro y difícil, pero bendecidos de que estamos vivos, lo importante es la salud».
Niños con bicicletas, o rodando en carritos, o jugando con la pelotas; familias enteras compartiendo risas y comentarios, a la par que abrían sus envases de comidas, o alguna que otra pareja mostrándose el amor, es una imagen que regocija a más de uno en estos tiempos navideños. Más allá de lo material, buscaron un espacio para seguir celebrando La Navidad. «Hay que seguir luchando por nuestros hijos, por ellos tenemos que mantener la alegría. Para ellos, la Navidad es sinónimo de jugar, compartir, más allá de lo material», expresó Milagros Méndez.
Y aunque en el parque Recreacional Sur no se permitió el acceso a los visitantes, un grupo de familiares prefirió quedarse en los espacios verdes que lo bordean y allí pernoctaron, y hasta hubo niños que abrieron sus papagayos, con la inocencia a flor de piel, mostrando alegría y regocijo. Pero, las personas no se molestaron, conformes allí se dispusieron a quedarse. «No estamos para pelear, nos quedaremos un rato y luego que mas queda nos iremos».
En general, los niños son la nota especial por estas fechas y por ellos, muchas familias se mantienen en armonía, brindándoles lo que está a su alcance, y el afecto y el cariño que no son irremplazables.
