EFE

El
proyecto es obra del profesor Uri Shanas, del Departamento de Biología y
Medioambiente de la Universidad Haifa-Oranim (norte de Israel), y con ella
aspira a crear una asociación internacional, con financiación colectiva y la
aportación mínima de un dólar por persona, para poder comprar zonas en peligro
y conseguir salvarlas.


A diferencia de otras iniciativas de individuos, grupos e instituciones que
adquieren territorios con fines de conservación, ésta quiere ser una plataforma
masiva, internacional y democrática, con la única misión de salvar el planeta,
apunta su promotor.


«Si logramos conservar aunque sea un pequeño porcentaje (del mundo) que
acoge una diversidad inusual de plantas y vida animal en peligro de extinción,
podemos de alguna manera interrumpir el actual proceso de extinción de las
especies», afirma Shanas, según un comunicado difundido hoy por la
Universidad Haifa-Oranim.


Para poder poner en marcha este proyecto, el profesor busca reunir 25.000
dólares.

El biólogo recuerda que a las especies de plantas y animales en peligro de
extinción se suman otras debido al calentamiento global y la constante
destrucción de espacios abiertos.

«No siempre podemos predecir las consecuencias de la desaparición de una
sola especie del ecosistema, pero hay ejemplos de sistemas que han colapsado y
han tenido consecuencias en los seres humanos tras la extinción de una única
especie», subraya.


La iniciativa pretende comprar áreas que en su conjunto comprenden en torno al
1,4 % de la superficie de la Tierra y son conocidas como «puntos calientes
de biodiversidad», lo que significa que tienen numerosas plantas y
animales en peligro de extinción.


La compra de estas zonas y su transformación en reservas naturales salvará a
las especies y, con ello, la vida del planeta.


Si se consigue lograr el suficiente dinero para crear la agrupación, bautizada
como TIME (This Is My Earth), cualquier persona del mundo, incluso un niño,
podrá sumarse a ella con la aportación de un dólar.


Una vez al año los miembros votarán cómo invertir el dinero recaudado, en base
a una lista de «puntos calientes» de biodiversidad preparados por un
equipo internacional de científicos.


«El objetivo es permitir a los residentes locales gestionar sus propios
recursos naturales. Nos interesa fundar una organización que pueda ayudar a
educar desde una edad temprana a involucrarse, respetar el medioambiente y la
democracia y, sí, salvar la Tierra en este proceso», concluye Shanas.


Para las donaciones, la página de la iniciativa es
http://igg.me/at/ThisIsMyEarth1




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