Con el derecho a la defensa coartado y en delicadas condiciones de salud, Carlos Graffe cumple dos meses detenido este miércoles. Su abogado, Luis Armando Betancourt, junto a sus familiares, compañeros de Voluntad Popular (VP), y otros miembros de la sociedad civil, acudieron a de la sede de la Defensoría del Pueblo para denunciar esta situación.
A juicio de Betancourt, en el caso de Graffe se evidencian irregularidades desde el momento en que fue detenido el pasado 13 de julio, hasta el día en que fue presentado ante el tribunal militar instalado en Ciudad Chávez y su posterior cautiverio en Ramo Verde. «Todavía no hemos tenido acceso al expediente para preparar la defensa. Incluso desconocemos si ya hubo una acusación en su contra».
El también coordinador regional del Foro Penal Venezolano (FPV) sostuvo que pese a que ya han acudido al Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo para exponer esta irregularidad que vulnera las garantías del debido proceso, la respuesta del Tribunal Sexto en funciones de Control Militar de Carabobo, a cargo de la doctora Luz Santafé, es la misma: No les permiten ver el expediente.
Esta negativa ha sido reiterada y sin discriminación. El 17 de agosto la defensoría consignó una solicitud para intentar acceder al expediente, pero también les fue negada. «Sin embargo hoy ellos manifestaron que van a ratificar ante este tribunal militar su intención de verificar los documentos que detallan el caso», informó el abogado al salir del despacho defensorial.
Los nuevos abogados designados por Graffe para su defensa tampoco han podido ser juramentados ante el tribunal de control. Betancourt señaló que continuarán exponiendo estas situaciones ante las instancias nacionales e internacionales que sean necesarias.
CONVICCIONES INTACTAS
El estado de salud de Graffe está deteriorado. Su madre, Elsa Henríquez, detalló que requiere una nueva intervención quirúrgica para extraer cuatro cálculos de su riñón izquierdo. «Él fue revisado por una doctora en Ramo Verde el jueves pasado, quien lo refirió de inmediato al Hospital Militar, donde no lo pudieron atender. No sabemos si lo volvieron a trasladar».
Para Henríquez, la detención de su hijo se trata de un secuestro por parte del Gobierno de Nicolás Maduro. «La gran cantidad de presos políticos que hoy tenemos no habla bien de esta dictadura ni tampoco de la situación que hoy enfrentamos en Venezuela», agregó.
Aunque los problemas renales que padece lo debilitan, su madre lo percibe fuerte. Aseveró que Carlos Graffe ahora tiene más ánimos de seguir luchando para conquistar nuevamente la libertad de Venezuela.
