La crioterapia tiene múltiples usos y uno de ellos es elevar el deseo sexual. Procedimiento que busca convertirse en tendencia entre parejas que buscan darse amor, afirmó este miércoles a EFE Javier Sors, especialista en el tratamiento.
Una de estas herramientas es el frío, el cual, contrario a lo que se piensa, no genera depresión y, por el contrario, despierta una serie de neuroreflejos que liberan en la sangre serotoninas, endorfinas y dopamina, explicó el especialista.
“Se trata de las sustancias del buen estado de ánimo, de estar positivos, del amor y la energía sexual”, añadió.
Para ello, indicó que se aplica nitrógeno líquido a 180 grados bajo cero sobre la piel, lo que produce un efecto de “destrucción controlada”, una sensación de que el cuerpo llega a su límite.
“Cuando sometemos al cuerpo a un frío intenso se despierta una serie de neuroreflejos, se queman 800 calorías para preservar el calor y se liberan las sustancias de la energía sexual”, sostuvo.
Explicó que cuando el ser humano tiene un comportamiento que el cuerpo traduce como beneficioso, lo más común es que se genere oxitocina, una hormona que se traduce como una recompensa que mejora la conducta social y la conexión emocional del ser humano.
Efectos en el cuerpo
Además, exponerse a un frío tan intenso provoca que todos los vasos sanguíneos del cuerpo entren en un proceso de vasoconstricción y vasodilatación “lo que hace que la sangre pase mucho más fuerte por todo el cuerpo”.
También provoca que se estimule el sistema linfático y el sistema circulatorio, lo que además de producir oxitocina, disminuye los niveles de cortisol y reduce la ansiedad, por lo que el cerebro envía las señales necesarias a los órganos genitales para su funcionamiento pleno.
Gracias a esto, dijo el experto, en el caso de los hombres, se consiguen relaciones sexuales más inmediatas y firmes “que es lo que hace la viagra”, aunque no se sale de la terapia con una erección, sí se puede estar más reactivo a ese estímulo.
En el caso de las mujeres, las hace entrar en un estado conocido por los alpinistas como “muerte dulce”, porque al estar en situaciones cercanas a la hipotermia, se produce una sensación similar a la que se tiene al llegar al orgasmo, “pierden la incapacidad de reaccionar y se sienten enamoradas”.
En ambos casos, las personas suelen salir de las terapias extasiados, con una predisposición a reaccionar a estímulos amorosos o sexuales, además de que el organismo extiende esa sensación gracias a la generación de dopamina.
Terapia de corta duración
La terapia dura solo tres minutos, los cuales son suficientes para elevar los niveles de estas hormonas y mantener las reservas de energía para aprovecharse en el sexo.
De acuerdo con Sors, también director general del centro de bienestar CryoMx, dedicado al tratamiento y revitalización del cuerpo, el frío además es un gran aliado a la hora de relajar la mente y los músculos.
En muchos casos, ayuda a algunos deportistas a tratar contracturas musculares y darles vitalidad para seguir ejercitándose.
