Sara Pacheco
Los desafíos del libro fueron alcanzados. Con esa frase cerró la rectora Jessy Divo de Romero la 16º edición de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo 2015 (Filuc). Casi 400 mil personas visitaron los espacios de la fiesta literaria más importante de la ciudad, durante nueve días. Igualmente el chamario recibió más de 3 mil niños.
En el acto de clausura estuvieron presentes el embajador de Perú, Mario López Chavarri; el alcalde de Naguanagua, Alejandro Feo La Cruz; el presidente del Concejo Municipal, Gustavo Mercado, y la presidenta de la Filuc, Rosa María Tovar.
Las palabras nos unen en cultura, expresó el embajador López Chavarri, mientras informaba de la donación realizada al Alma Máter, varios textos de escritores peruanos, que formarán parte de la biblioteca universitaria.
Opciones variadas
No solo se ofertaron libros. Las artesanías adornaron los pasillos de esta feria. Algunos lugares se encargaron de variar las alternativas a disfrutar, como es el caso de bebidas artesanales aunado a jabones caseros y aceites para masajes. Las opciones en dulces y comidas, aunque no tan accesibles económicamente, sacaron de aprietos a quienes no querían dirigirse a la abarrotada feria de comida.
Los ya conocidos vendedores de franelas y tazas con frases alusivas a grandes artistas y pensadores de la humanidad, se involucraron en el espacio. Desde este cierre han comenzado los preparativos para el siguiente año, que promete seguir acogiendo a los lectores valencianos. “A las autoridades gubernamentales le decimos: Valencia exige ser una ciudad lectora”, manifestó Divo de Romero.
