La hipertensión es considerada en
la actualidad como una epidemia moderna. Es una patología que puede afectar a
cualquier persona y desarrollarse durante años sin presentar síntomas, causando
un irrecuperable daño en el cerebro, corazón, ojos y riñones, que pone en
peligro la vida de las personas.
La sangre necesita presión para
viajar por las arterias hacia los órganos. Esta fuerza es dada por los
movimientos de contracción y dilatación del corazón, es por ello que cuando se
mide la presión arterial se registran dos números: uno que representa el
instante cuando el corazón bombea la sangre y el otro cuando descansa (lo que
se conoce como presión alta y baja).
La doctora Maritza Durán,
presidenta de la Sociedad Venezolana de Medicina Interna, explica que son
hipertensos quienes presentan una tensión arterial mayor o igual a 140 sobre 90 milímetros de
mercurio (la unidad de medida que tradicionalmente se usa en medicina y cuyo
símbolo es mm Hg).
En algunas oportunidades se
pueden elevar a la vez la presión alta y
la baja; mientras que otras veces solo aumenta uno de estos valores. La galena
especifica que en personas de 80 años de edad se habla de hipertensión cuando
la cifra es mayor o igual que 150/90 mm Hg.
Más frecuente
Refiere la médico internista que
en Venezuela se han realizado estudios regionales sobre la prevalencia de
hipertensión arterial, como el CARMELA, realizado en Barquisimeto, donde se
registró una prevalencia de 24,7%.
Se considera que en nuestro país
hay un registro ponderado de 4.8 millones de adultos hipertensos. Se esperan
las conclusiones del estudio EVESCAM (Estudio Venezolano de Salud
Cardiometabólica) que finalmente dará una data de mayor alcance y fiabilidad
sobre los problemas de hipertensión en el territorio nacional.
Lesión de los vasos
La presión arterial alta hace que
el corazón trabaje con más esfuerzo y daña los vasos sanguíneos en todo el
cuerpo, pudiendo afectar órganos vitales como el cerebro y el corazón. Es la
primera causa de enfermedad cerebrovascular (ictus isquémico, hemorrágico, enfermedad
multi infarto cerebral), también es un factor de riesgo para la insuficiencia
cardiaca, infarto de miocardio,
retinopatía e insuficiencia renal crónica.
La especialista indica que todos
esos riesgos disminuyen si la persona es tratada adecuadamente. También es
posible demorar la aparición de la hipertensión atacando algunos de los
factores de riesgos modificables como son el sedentarismo, la obesidad, el
consumo prolongado de más de 3
gramos de sal al día, el exceso de alcohol, la diabetes,
la dislipidemia, el estrés y la depresión.
Entre los factores que no son
modificables están la edad, la raza y la herencia: a medida que se envejece las
cifras de tensión tienden a elevarse, los hijos de padres hipertensos tienen
dos veces más chance de desarrollar hipertensión y las personas de raza negra
presentan formas más tempranas y severas de presión elevada.
Cumpliendo la meta
Cuando se presenta la
hipertensión el médico la trata indicando al paciente cambios en el estilo de
vida. De ser necesario indica unos medicamentos los cuales deberán ser
ingeridos por toda la vida, con el objetivo de hacer bajar la tensión a
registros no dañinos. A medida que
transcurre el tiempo el especialista podrá ajustar las dosis, cambiar los
fármacos o las combinaciones, por lo que es importante que el hipertenso acuda
periódicamente al médico.
Como recomendación final la
especialista en medicina interna señala que todos los adultos deberían medirse
la tensión arterial. “Entre los 18 y 39 años aquellos cuya presión es menor de
130/80 mm Hg y no tienen factores de riesgo, pueden chequearse cada 3 años,
pero aquellos que sí tengan factores de riesgo, o su tensión arterial previa haya estado entre 130-139/85-89 mm Hg, deberían medirla al
menos anualmente, al igual que las personas que ya están en los 40 años de
edad”, aconseja.
Para la Sociedad Venezolana de
Medicina Interna así como es importante la educación de los pacientes, lo es
contribuir a la actualización de los médicos en nuestro país. Es por eso que han
puesto su máximo esfuerzo en llevar a cabo el XXII Congreso Venezolano de
Medicina Interna del 18 al 20 de mayo en el Hotel Eurobuilding.
