Cristhopher Borrero

La formación profesional amerita prácticas, pero la
inflación creciente, un presupuesto reducido y los excesivos controles
gubernamentales para la reposición o adquisición de insumos deterioran las
condiciones de formación en la Universidad de Carabobo (UC).

La adjudicación de un presupuesto deficitario para el
ejercicio fiscal 2015 trajo no solo la desatención de la infraestructura sino
también la suspensión de actividades, lo que conlleva al retraso de los
estudiantes, admitió José Luis Nazar, decano de Ingeniería. “En ocasiones hemos tenido que suspender un
laboratorio por falta de material
. Los estudiantes exigen que le aprobemos
la materia sin pasar por prácticas, cuestión que negamos porque se debe cumplir
el programa entero. Por lo que son forzados a inscribir la materia en un
próximo semestre”.

La inflación agudiza el conflicto. Hace 15 días se requerían  52
millones de bolívares para subsanar problemas de iluminación, reparación de las
baterías de baños con fallas y gastos generales de funcionamiento de la
facultad. La cifra superó los 63 millones de bolívares
.

No se tienen las condiciones mínimas para que se impartan
clases, admitió la autoridad universitaria. Para paliar los gastos se ha
incrementado bimensualmente el costo de las solicitudes estudiantiles, como
constancias de estudio y notas certificadas para satisfacer la demanda. Solo En
enero de 2015 una caja de papel costaba 800 bolívares. Con el presupuesto más
reciente cuesta 23 mil bolívares, 2775% más en 10 meses. “¿Cómo hacemos si el
pensum es un paquete de muchas hojas?”.

 

Afixia a la academia

Las universidades autónomas deben cubrir protocolos que les
restan margen de maniobra. Para comprarle a un contribuyente, este último debe
estar en el Registro Nacional de Contratistas, contar con solvencia laboral,
estar inscrito en la universidad, declarar que la venta es para la institución,
concursar en una licitación y resultar adjudicado. “Además todos esos
controles, para cuando nos entregan el dinero ya el costo no es el mismo. En
este país nadie puede sostener precios tres meses después de haberse hecho una
solicitud”, ratificó Nazar.

400 mil bolívares
eran requeridos en marzo de 2015 para poder adquirir los reactivos faltantes de
los más de 12 laboratorios en Ingeniería. Actualmente es incomprable
. “No
es solo la falta de recursos, sino que ahora tienes que tener permisos de la
Oficina nacional Antidrogas (ONA)”. En otros casos, dependiendo del tipo de
sustancia, los permisos pasan por el Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas (Cicpc) y hasta por las Fuerzas Armadas.




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