Luisa Quintero
Madrugar no es suficiente en algunos casos para adquirir la
batería de un carro, uno de los repuestos más escasos del ramo automotor al
igual que los cauchos. A las afueras de algunos centros y distribuidores de
acumuladores se ofertan de forma clandestina los cupos dentro de la cola para
la compra de este producto, que pueden superar los tres mil bolívares.
En la distribuidora Titán, en La Quizanda, basta hablar con
cualquier conductor que se encuentre desde tempranas horas de la mañana para
saber quién es el encargado de ofertar los cupos. Luego de hacer las preguntas
habituales sobre el modelo del carro y la hora de llegada se realiza la oferta
esperada. “Yo te puedo vender un puesto a tres mil 500 bolívares para que
salgas de aquí antes de las 11:00 a.m.”.
La mayoría de las personas no acepta la oferta y debe
pernoctar hasta tres o cuatro días para conseguir la pieza a precio regulado.
En La Quizanda se atienden 80 personas durante mañana y tarde. El resto debe esperar
para los días siguientes. Tal es el caso de Miguel Rivas, quien se encontraba
desde el lunes en la cola y tenía chance de comprar el repuesto para el jueves.
En otros centros de distribución como Servicentro de Agua
Blanca, se idearon planes para acabar con los bachaqueros de cupos. Listas con
nombre, número de cédula y teléfono se van creando cada día. 45 es el cupo por jornada
para adquirir la batería. Para el miércoles 30 de junio ya se contabilizaban listas
hasta el 3 de agosto.
La Policía Municipal
también presta su apoyo para evitar hechos delictivos durante la noche (hora escogida
por los ciudadanos para marcar los carros con el número y día correspondiente)
y desde las 6:00 a.m, cuando se empiezan a trasladar en sus vehículos hasta la
zona para esperar la apertura y la tan ansiada batería.
