De planta de tratamiento a depósito de cadáveres. En eso se convirtió La Mariposa, a 11 kilómetros al sur de Valencia. La encargada de procesar las aguas servidas de Naguanagua, Libertador y la capital de Carabobo continúa en franco abandono, denunció el pasado lunes Carlos Lozano, diputado por el circuito 5 de la Asamblea Nacional (AN). 

El abogado del parlamentario, Feliciano Montés, acudió a la sede de la Fiscalía Segunda del estado para anexar al expediente una nueva preocupación: el pasado 29 de enero se encontró el cadáver de un hombre tiroteado y maniatado flotando en los estanques de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales. Es el segundo hallado desde que se encontró uno en condiciones similares el 23 de noviembre de 2015. “Se presenta un hecho nuevo sumamente grave que atenta contra la salud de todos los carabobeños”, explica el documento interpuesto en la fiscalía con competencia ambiental. 

La petición de ampliación de la investigación es necesaria, considera Lozano. Calificó el hecho de alarmante. Ya el 15 de diciembre del año pasado el diputado independiente había pedido que se investigara el desvalijamiento de la planta de tratamiento. Sus aparatos electromecánicos que permitían depurar el agua fueron robados por el abandono de la empresa responsable, la estatal Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro). 

No hay funcionamiento alguno en la planta. Hidrocentro ha calificado las consecuencias del desmantelamiento del hampa como una “disminución de operaciones” y ha prometido rehabilitarla, pero no dijo cuándo ni cómo, lamentó Lozano. Por estar fuera de funcionamiento, la planta vierte líquidos fuera de norma al río Paíto, afluente de Pao-Cachinche, agregando contaminación a la cuenca y considerado otro delito ambiental. 

¿Cómo Llegan?

No está determinado cómo terminan los cadáveres en los estanques de La Mariposa. Pero hay dos posibilidades. La primera es a través de las redes de cloacas de Valencia, Naguanagua o Libertador. Las aguas entrantes a La Mariposa deberían tener un filtrado previo. Pero El Carabobeño demostró que las rejillas de la cámara de desbaste (separación de sólidos) están rotas, por lo que podrían pasar grandes objetos a los estanques, luego al río Paíto y después a Pao-Cachinche. 

Otra teoría es el ajusticiamiento. La Mariposa está abandonada totalmente. Sus trabajadores, en número inferior a 20, se van después de las 4:00 p.m. por la inseguridad. No hay vigilancia e Hidrocentro no ha contratado empresas que lo hagan. Tampoco la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) apoya con la custodia, explica Lozano. Por eso los delincuentes entran a la planta, se llevan los equipos y podrían hasta matar personas y luego echar los cuerpos a los estanques. (LAB) 




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