Luis Alejandro Borrero || lborrero@el-carabobeno.com
El alivio fue momentáneo. Los trabajadores de la estatal Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro) tienen 10 años sin uniformes. En diciembre les llegaron botas: 300 pares para dos mil trabajadores. “Ni siquiera duraron dos semanas. Comenzaron a despegarse a los días por la mala calidad”, denunció Wismel León, secretario de organización del sindicato.
La entrega cubrió apenas 15% de la demanda. Pero no es lo único que se necesita. Guantes, lentes de seguridad, cascos, botas de goma y de seguridad. En junio de 2014 la directiva de la empresa se había comprometido. Los trabajadores se quedaron esperando. “Una comisión visitó la empresa que hacía los uniformes, nos enteramos de que en septiembre debía hacerse la entrega y tampoco se cumplió”.
La inflación no discrimina a las empresas del Estado. El argumento del consorcio que hace los uniformes a Hidrocentro es que suben los costos de producción semanalmente. La licitación, de la que ya la hidrológica canceló 50%, se quedó corta para el pedido hecho.
Los seguros de salud de la hidrológica son insuficientes. León aseguró que la póliza de Hospitalización, Cirugía y Maternidad es de 30 mil bolívares de cobertura. “Eso no alcanza ni para ponerse un yeso”. Lamentó que la renovación anual es más de cinco veces el monto asegurado: deben pagar aproximadamente 170 mil bolívares.
El asedio persiste. León recordó que solo en Carabobo hay 50 casos en la Inspectoría sobre acoso y desmejoras. “El trabajador que exige sus derechos mínimos, como un par de botas o guantes al momento de hacer las reparaciones, es considerado un estorbo”. Se le cambia de sucursal, hostiga y forza a la renuncia.
La entrada a las planta está negada para el sindicato. Por eso León prefirió no hablar sobre el detrimento de la calidad del agua.
