Museo de Arte Moderno de Niteroi, Rio de Janeiro.

La arquitectura ha sido una forma de exaltar al hombre a lo largo de los siglos. A través de su poder, es capaz de transmitir no solo una serie de sensaciones ligadas a la experiencia de vivir un edificio, sino también el contenido político y social de un particular período histórico.

La arquitectura es una manifestación que queda como testigo a lo largo de los siglos, recordándonos la capacidad económica, política, artística y cultural de un momento y una sociedad precisos. De ahí su valor e importancia pues es un reflejo de lo que somos, nos hace recordar lo que fuimos y nos proyecta hacia lo que seremos en un futuro.  

 

Museo de Arte Contemporáneo Niteroi (Río de Janeiro, Brasil) – Oscar Niemeyer

©MARCELA GRASSI PHOTOGRAPHY/homify.com.ve

La posición privilegiada del Museo de Arte Contemporáneo Niteroi sobre la bahía de Guanabara (Brasil) exalta por completo la forma de este edificio. Como un gran plato que se posa sobre la roca, esta visión futurista de la arquitectura demuestra una gran osadía estructural, el museo está posado sobre un gran cilindro de 2,7m de diámetro. La relación entre el objeto y el entorno se establece a distintos niveles: no solo existe con gran presencia en el lugar, sino que también su interior exalta el entorno a través de sus ventanales o el gran espejo de agua que refleja el ambiente que lo envuelve. Existe una gran unión entre el adentro y el afuera.

La rampa de acceso es una forma de darle al espectador una entrada triunfal a este edificio. El uso del concreto sin duda es impecable y la integración entre estructura y arquitectura es total, fundiéndose en un solo cuerpo.

“Yo no quería un museo de cristal, sino una gran sala de exposiciones rodeado de paredes rectas y por una galería que protege y permite a los visitantes hacer una pausa de vez en cuando para apreciar la extraordinaria vista.” (Oscar Niemeyer).

 

La casa de Brasil – Le Corbusier y Lucio Costa (París)

©PRESS PROFILE HOMIFY/homify.com.ve

En 1954 el arquitecto brasileño Lucio Costa diseñó un edificio que estaría ubicado en el campus de la Ciudad Universitaria de París. Esta torre fue destinada a residencias de estudiantes del Brasil. Para 1959 se inauguraría la obra desarrollada y seguida por el arquitecto suizo Le Corbusier.

Como en la mayoría de los edificios de Le Corbusier, se puede apreciar el desarrollo de los cinco puntos de arquitectura tan estudiados por el arquitecto en sus obras. La amplitud de la planta baja, el uso del concreto con tal fineza y el diseño de la estructura son sin duda proezas de la arquitectura de la modernidad.

 

Museo MAXXI (Roma) – Zaha Hadid

©ENRICO DI GIAMBERARDINO/homify.com.ve

Es tal vez Zaha la representante femenina más importante de la arquitectura contemporánea. Tras su reciente desaparición física se ha reforzado su legado en la arquitectura, no solo por las particulares formas arquitectónicas sino también por la simpleza con la que materializaba los conceptos de sus edificios. El museo MAXXI está en la ciudad de Roma y debe por ende lidiar con la realidad patrimonial de esta ciudad.

El museo «no es un contenedor de objetos, sino más bien una escuela para el arte», relatan sus diseñadores. La forma en la que está pensado este edificio nos plantea una nueva manera de habitar un museo. El recorrido lo es todo y forma parte del todo, al punto de que se materializa formalmente y se exterioriza por completo.

 

Pabellón Alemán (Barcelona) –  Ludwig Mies van der Rohe

 

Con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 el arquitecto alemán propone un recinto que será para muchos la piedra angular de la arquitectura moderna. Tal vez uno de los motivos que llevó a este edificio a convertirse en referente indiscutible de la modernidad fue la necesidad que tenía el arquitecto de responder al contexto a través de la implantación, garantizando la fluidez entre la plaza y los jardines traseros del monte Montjuic. La manera en la que este edificio se abre hacia su entorno promueve la continuidad espacial y la perfecta relación entre interior y exterior.

Una de las grandiosidades de este edificio es su concepción como pieza ensamblable, al punto tal que luego de la exposición fue desmontado y fue hasta el año 80 que Oriol Bohigas promovió la reconstrucción del edificio en su lugar original. Sin duda este edificio es fiel a la idea de arquitectura que Mies profesaba, asegurando que «Menos es más».

Centro Pompidou (París) – Renzo Piano y Richard Rogers

©PRESS PROFILE HOMIFY/homify.com.ve

Inaugurado a finales de los años setenta, el centro Pompidou es obra de una colaboración especial entre Piano y Rogers. Este museo es muestra de una nueva arquitectura para la época. Una de las decisiones más importantes de este edificio fue la implantación que se decidió. En el corazón de París esta nueva estructura se desplaza hacia un lado de la parcela para permitir que una gran plaza se enfrentará a la fachada totalmente inusual, con las escaleras en su exterior. El logro de esta plaza es generar un espacio de contemplación para el edificio, como si fuese una pieza a exponer el el museo.

La estructura, las instalaciones, los elementos de circulación, todo queda a la vista y se manifiesta puramente al espectador. Esta propuesta fue sin duda osada para la época pero despertó en los nuevos arquitectos inquietudes que hasta los días de hoy siguen siendo investigadas.
Fotografías: Cortesía de homify.com.ve

 

 




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