El balance del sector educativo en Carabobo durante el 2021 está lleno de cifras negativas. Durante el año escolar que exigió la presencialidad en las aulas se constató un aumento de 40 % de la deserción docente, como consecuencia de las precarias condiciones laborales.
El salario no les alcanza. Ese es el principal motivo por el que muchos maestros de la entidad decidieron abandonar sus labores en las escuelas para dedicarse a otras actividades, por lo general, informales.
Y quienes aún se mantienen en los planteles también ejercer otras funciones para completar el dinero necesario para mantener a sus familias. “Subsidian su trabajo con otros ingresos, migrando hacia otras labores para conseguir la diferencia económica que necesitan”, señaló el secretario general del Sindicato de los Trabajadores de la Enseñanza (Sintraenseñanza) en Carabobo, Juan Tortolero.
En el ámbito de infraestructura, más del 60 % de las instituciones presentan daños por falta de mantenimiento. Además, el 100 % de las escuelas nacionales, estadales y municipales tienen severas carencias en los servicios públicos como la electricidad y el agua.
Maestros desasistidos en salud
Los beneficios en materia de salud con los que hace más de una década contaban los educadores, ya no existen. No cuentan con el servicio del Instituto de Previsión y Asistencia Social del Ministerio de Educación (Ipasme), ni con HCM, servicio funerario, atención primaria ni los derechos socioeconómicos consagrados en la contratación colectiva.
“Muchos docentes padecieron de COVID-19 con secuelas, algunos fallecieron sin servicio médico, atención, ni recursos económicos para la compra de medicinas”.
A esto se suma que quienes retomaron las clases presenciales tuvieron que pagar sus propios implementos de bioseguridad, porque en los colegios no se los suministraron, y aquellos que pudieron seguir en la virtualidad invirtieron cantidades de dinero importantes en el pago de un servicio de internet, también de sus propios bolsillos.
Ante tales irregularidades, Tortolero resaltó que el 21 de diciembre se introdujo ante la Inspectoría del Trabajo la tercera convención colectiva. “Aspiramos y exigimos que el gobierno nacional apruebe este proyecto de contrato que va en mejora significativamente la calidad de vida de los docentes de Venezuela”.
