Al menos 10 personas murieron y 28 resultaron heridas este martes en un ataque contra un tribunal del noroeste de Pakistán, entre ellos dos presuntos kamikazes que intentaban ingresar al recinto, mientras que un supuesto tercer atacante era perseguido en el interior del edificio por la policía, según varios responsables.
Los tres individuos se aproximaron al recinto ubicado en la zona de Tangi, en la nororiental provincia de Khyber Pakhtunkhwa, abrieron fuego y lanzaron granadas contra las fuerzas de seguridad que vigilaban el lugar, en el séptimo ataque que se registra desde el lunes de la semana pasada en Pakistán.
El jefe de la comisaria local, Gul Sher, explicó a Efe que el tiroteo entre los efectivos de seguridad y los atacantes se prolongó durante 15 minutos, hasta que uno de los suicidas hizo explotar las bombas que portaba frente al tribunal y otro en un mercado cercano.
El atentado fue reivindicado por Jamaat-ul-Ahrar (JuA), escisión del principal grupo talibán del país, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), a través de la red social Twitter.
El atentado de hoy llega cuatro días después de que las autoridades lanzaran una operación antiterrorista en respuesta a la matanza de 88 personas el jueves en un templo sufí del sur del país
El gobernador de Khyber Pakhtunkhwa, Iqbal Zafar Jhagra, dijo a periodistas que se deben estudiar todas las opciones frente al terrorismo, incluidas las conversaciones con los insurgentes.
«Tenemos que estudiar todas las opciones para solucionar este problema. Podemos sentarnos en la mesa con los talibanes. Se puede mantener conversaciones con cualquiera, pero eso no significa que nos rindamos ante los talibanes», indicó Jhagra.
Las fuerzas de seguridad paquistaníes se encuentran en alerta. El repunte de la violencia se produce tras una gran disminución de las acciones desde que a inicios de 2014 las autoridades lanzaran una operación militar en las zonas tribales que continúa en la actualidad y que había devuelto al país cierto optimismo tras una década de continuos atentados.
