Los cuerpos de 74 migrantes, quienes se ahogaron tras el naufragio de su embarcación en la que intentaban llegar a Europa, fueron descubiertos en una playa del oeste de Trípoli, anunció este martes la Media Luna libia (CRL).
Arrastrados por la marea durante casi dos días, los cadáveres quedaron varados frente a la playa de Zawiya durante la noche y serán enterrados en el cementerio, para los inidentificados de la ciudad. Por el momento no se han encontrado los restos del transporte marítimo en el que viajaban antes de producirse el hundimiento.
La sección libia de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) apuntó que al menos una docena de migrantes permanecen desaparecidos. Un superviviente, en coma, fue trasladado al hospital de la ciudad.
Seis años después de la caída de Muamar Gadafi, Libia sigue sumida en el caos, y el país, cuyas costas están a 300 kilómetros de las de Italia, se ha convertido en una plataforma para la migración clandestina hacia Europa.
A falta de un ejército o de una policía regulares, varias milicias ejercen de guardacostas, aunque a menudo son acusadas de complicidad, o incluso de implicación en este lucrativo tráfico humano.
Organizaciones internacionales como ACNUR han advertido que si bien el número de viajes ha disminuido ligeramente, las muertes continúan en alza tras un 2016 que batió récord de víctimas ahogadas en el Mediterráneo.
Según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones presentadas a final de 2016, más de 4.500 personas murieron el año pasado en la ruta del Mediterráneo Central, aunque la cantidad real podría ser mucho mayor.
Con información de AFP, EFE y ABC España