foto angel chacon

La mayoría de los venezolanos, y en general los habitantes de este país, han perdido mucho peso en los últimos meses. Pero todo parece indicar que la situación continuará porque los precios que tienen los alimentos los hace cada día más inalcanzables.

Los supermercados están más solitarios que nunca, al punto de que en los establecimientos se aprecian más trabajadores que compradores. Y la razón de que esto ocurra no es otra que la alta inflación que se vive en el país.

La caraota negra desde más de un año dejó de ser la comida de los pobres, al igual que el resto de los granos. Como es sabido, este tipo de alimentos es recomendado por los nutricionistas por su algo contenido de proteínas, no obstante muy pocos pueden cumplir con este requisito nutricional, por su elevado precio.

 

El kilo de solomo de cuerito 21.500 bolívares y el lomito molido en 23.500. (Foto Angel Chacón)

En un supermercado de cadena de la avenida Bolívar norte, venden el kilo de caraota negra en 18 mil bolívares. Se puede llevar en dos paqueticos de 9 mil bolívares cada uno. Los mismos 500 gramos, pero de lenteja, se ofrecen en 7 mil 400 bolívares, lo cual representa un gran sacrificio económico para muchos.

Curiosamente este miércoles había carne en bandejas que tenían muy poca demanda. Esto se explica porque el kilo de solomo de cuerito está en 21.500 bolívares y el lomito molido en 23.500.

Las pastas son otros productos alimenticios que no pueden ser adquiridos con facilidad por la mayoría de la población. En otro supermercado de la Bolívar, se ofrece medio kilo de espagueti importado Divella, en 8.925 bolívares. Aunque hay otra del mismo peso en 6.324.

El kilo de tomate y el de pimentón superan los cinco mil bolívares.

EN EL SUR

El final de la avenida Las Ferias se ha convertido en un gran mercado al aire libre, donde los comerciantes venden de todo al precio que se les ocurre.

Buhoneros venden los alimentos en las calles al precio que se les ocurre. (Foto Angel Chacón)

Azúcar y harina de maíz en 8.500 bolívares, así como arroz en 9 mil, frijol chino en 5.600 bolívares son algunos de los productos ofertados. Para completar el kilo de tomate lo venden en 6 mil bolívares, es decir más caro que en cualquier supermercado.

Róbert Betancourt estaba ofreciendo este miércoles un kilo de pata de gallina en 2.900 bolívares. Cerca de las once de la mañana, sólo le quedaban unos cuatro para vaciar la cava.

Según dijo, en un día llega a vender hasta 30 kilos de pata de gallina, porque mucha gente está comiendo ahora eso, debido a lo caro que están los demás productos.




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