La sede actual, en la avenida Universidad de Naguanagua, fue inaugurada en 1997 por el presidente de la República, Rafael Caldera, quien calificó a El Carabobeño como ejemplo para el periodismo latinoamericano. (Foto: Archivo El Carabobeño)

La de El Carabobeño es una historia de tenacidad y resistencia desde su origen. Fue el 1° de septiembre de 1933 cuando Eladio Alemán Sucre fundó los cimientos del diario durante la dictadura de Juan Vicente Gómez. Desde entonces se forjó un compromiso con la verdad que, 87 años después, se mantiene vigente.

Fue precisamente ese compromiso lo que llevó a El Carabobeño a enfrentar los oprobiosos días de una segunda dictadura, la de Marcos Pérez Jiménez. En 1952 el régimen de turno ordenó una sanción en contra del periódico, cuando el jefe de información, Rafael Zapata, hizo críticas al mensaje de la memoria y cuenta del presidente del estado, como era conocido entonces al gobernador del estado, Salvador Llobet.

Pero eso no detuvo a Eladio Alemán Sucre en su empeño de darle sentido de pertenencia a través de las páginas del diario a las comunidades, personalidades y gremios del estado, para exponer sus problemas y aspiraciones. Por el contrario, con el pasar de los años, su visión se consolidó, convirtiendo al Diario del Centro en una referencia obligada para entender la idiosincrasia de los carabobeños.

La edición impresa llegó a las manos los ciudadanos de forma ininterrumpida por 83 años, hasta el 17 de marzo de 2016, cuando el zarpazo a la libertad de expresión se consumó. A través de la Corporación Editorial Alfredo Maneiro (CEAM) el gobierno de Nicolás Maduro asfixió a la prensa incómoda e independiente, dejándola sin papel. El mantenerse fiel a sus principios le costó a El Carabobeño el cese de su circulación como un periódico tradicional.

(Foto: Archivo El Carabobeño)

El olor a tinta, la textura del papel, las grandes páginas del formato estándar, la revista Paréntesis y los suplementos Infantil, Industrial y Médico, a pesar de ya no estar presentes, forman parte de la memoria histórica colectiva de Carabobo, como fruto de los esfuerzos sembrados por el gran visionario que fue Eladio Alemán Sucre.

Las rotativas fueron apagadas a causa de la censura, pero no así el compromiso que dio origen a su fundación. Es por eso que a cuatro años de la desaparición de la edición impresa, El Carabobeño continúa resistiendo con dignidad pero desde lo digital, a través de www.el-carabobeno.com, donde a diario se reinventa, evoluciona y continúa persiguiendo el triunfo de las mejores iniciativas que conllevan al mejoramiento del país y de la región en general.

En su sitio web siguen las informaciones de siempre, con la actualización que lo caracteriza. Con esfuerzo y rigurosidad los análisis e investigaciones no se han dejado de hacer, apuntando cada vez más hacia las últimas tendencias periodísticas. Tampoco se ha dejado de lado a las comunidades, que gracias al alcance de las redes sociales, ahora están más cerca.

Precisamente para generar una mayor conexión con la audiencia en vísperas de su 87 aniversario, este lunes 31 de agosto el Diario del Centro realizó la primera edición de “El Carabobeño en Vivo” a través de su cuenta en Instagram, @el_carabobeno. Se trata de un nuevo espacio en el que serán abordados, junto a especialistas invitados, diversos temas de interés noticioso en el ámbito regional, nacional e internacional.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Entrevista con el ingeniero Manuel Pérez Pérez Rodríguez, presidente de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua.

Una publicación compartida de Diario El Carabobeño (@el_carabobeno) el

Adaptados a la realidad de la COVID-19 y pensando en la necesidad de información respecto a ese tema, en el portal web el equipo de El Carabobeño mantiene actualizada de forma permanente un serie de gráficos interactivos que dan cuenta del desarrollo de la pandemia en la región. También, desde principios de este año la casa editorial ha apostado a la realización de trabajos de periodismo colaborativo con medios de cobertura nacional, como Crónica Uno.

Además, en honor a la memoria del querido y admirado doctor honoris causa de la Universidad de Carabobo y periodista de El Carabobeño, Alfredo Fermín, próximamente será republicada la columna que con mucho afecto por la valencianidad escribió durante años: “Hoy y Después en Valencia”.

El Carabobeño está decidido a continuar con el empeño y compromiso que dejó Eladio Alemán Sucre como legado. “Cuatro años después del cese de circulación de nuestra edición impresa, aquí estamos: más comprometidos que nunca, con más ganas de seguir haciendo periodismo del que nos gusta y con muchísimas ideas que tienen que ver con la manera en la que nos vamos a vincular con nuestros seguidores”, aseguró Carolina González, jefa de Redacción.

 




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.