Foto cortesía Richard Tineo

Diego Armando Maradona no resistió. La noticia fue anunciada cerca de las 12:00 p.m. del día anterior. Se descompensó y sufrió un paro cardiorrespiratorio en su domicilio de San Andrés en la zona de Tigre, al norte del Gran Buenos Aires, según familiares y medios de comunicación.

De inmediato su casa se convirtió en el lugar de concentración para obtener todos los detalles de su fallecimiento. Eran nueve las ambulancias que llegaron al lugar, pero ningún paramédico pudo reanimarlo. De pronto el shock colectivo se percibía en cada rincón de Argentina, nadie podía creer que uno de los jugadores más importante del fútbol argentino dejó de vivir.

Varios fueron los primeros puntos de concentración adornados con flores, carteles y velas para homenajear a su “dios del futbol” como bien lo definen los fanáticos. El Estadio Alberto J. Armando, popularmente conocido como «La Bombonera, del Club Atlético Boca Juniors, fue el más sentido, por ser sede en los momentos más importante del ex futbolista.

Foto cortesía Richard Tneo

El Obelisco, ubicado en la Avenida 9 de Julio, punto social importante del país para las concentraciones, fue el foco de unión para todos los seguidores del pelusa. Entre cantos, aplausos entonaban: “Diego, Diego de mi vida, todo lo que siento, lo llevo acá adentro, de mi corazón”.

Trascendió que el féretro de Maradona fue trasladado a la Casa Rosada, en Plaza de Mayo, y los hinchas permanecieron a los alrededores para poder observar el cortejo fúnebre. Cerca de la 1:30 a.m. llegaron al lugar, para un encuentro privado, distintas personalidades del futbol, amistades y familiares. 

Foto cortesía Richard Tineo

La decisión del presidente de Argentina, Alberto Fernández, sobre el velorio del barrilete cósmico en la Casa de Gobierno obedeció a deseos de Maradora, según la esposa Claudia Villafañe e hijas de Diego».

La información llegó a oídos de los hinchas quienes no dudaron en madrugar para formar largas filas y poder despedirse de su ídolo a partir de las 6:00 a.m., hora en que Fernández autorizó el ingreso a la Capilla Ardiente. 

Hora y media después comenzaron los primeros disturbios tras el desespero de los presentes para ingresar.

Eran aproximadamente doce las cuadras dispuestas en la avenida de Mayo para la formación de los fans del cebollita. No hubo distanciamiento social ni protocolos de bioseguridad ante la pandemia de COVID-19.

Foto cortesía Richard Tineo

Cerca de las 2:00 p.m. hora local, comenzó una primera represión en la Avenida 9 de Julio  a la altura de la Avenida de Mayo para dispersar a los fanáticos del ex futbolista, acción que repercutió y las personas rompieron con el cordón policial. Mientras más intentaban los funcionarios de la Policía Federal alejarlos, más molestos reaccionaban.

Un segundo intento para ingresar a la Casa Rosada se originó cerca de las 4:00 de la tarde, lo que acabó con la idea de la familia de Maradona de culminar el velorio, noticia que hizo arder a los hinchas, quienes derribaron el acceso a la Casa de Gobierno. La represión incluyó balas de goma  en la Avenida 9 de Julio, entre Avenida Hipólito Yrigoyen y Avenida de Mayo.

El presidente negoció el buen comportamiento por la extensión del velorio, pero no fue posible. Heridos, detenidos, botellas, piedras y barricadas fueron algunos de los acontecimientos del lugar.

Un camión cisterna de la Policía Federal dispersó la concentración, pero los fanáticos iniciaron una barricada para protestar por su derecho de ver a Diego.

La espera terminó para la familia y a las 5:00 p.m. hora local trasladaron el cuerpo hasta el cementerio Jardín de Bella Vista, y cerca de las 8:00 p.m, fue inhumado el protagonista de la Copa Mundial de 1986. La ceremonia fue íntima entre familia y allegados.

Quedó en la atmósfera de la ciudad la furia al anochecer con un dolor, un silencio, una nostalgia, una pérdida irreparable. Más flores para Diego y carteles en su honor. 

Varios hombres al finalizar el turbio velorio se concentraron en el obelisco y comentaron que la pelota no se mancha, pero que llora porque extraña a Maradona, otros sin embargo gritaban “vamos Diego, gracias por todo”, y aseguraron que se acabó el futbol en Argentina.

Foto cortesía Richard Tineo

Casa Rosada

El rostro del mundialista fue ilustrado sobre el piso de la Plaza de Mayo, y durante la noche, colocaron flores y velas antes de abandonar el lugar. Una cinta negra gigante reposaba en la infraestructura rosada de la Casa de Gobierno, mientras se proyectaba a Maradona y así como ese lugar importante, otros tantos fueron iluminados con los colores de la bandera Nacional.

El presidente anunció tres días de duelo nacional por lo que se espera que estas iluminaciones y mensajes en los carteles de tránsito se mantengan.

Foto cortesía Richard Tineo



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