Sin previo aviso las puertas del Mercado Municipal de Naguanagua amanecieron cerradas este martes 20 de abril. El día antes los comerciantes habían podido trabajar sin inconvenientes, aunque con ventas mínimas, y la mayoría de los que expenden alimentos no perecederos, como frutas, verduras y hortalizas, ya había recibido el despacho de la mercancía suficiente para una semana. No contaban con el cierre.
Fue eso lo que motivó a un grupo de arrendatarios a protestar en horas de la mañana frente a la sede de la Alcaldía de Naguanagua. “¡Queremos trabajar, queremos trabajar!”, era la consigna que vociferaban al unísono. “Estamos exigiendo que las puertas del mercado sean abiertas, ya que por decreto presidencial tenemos el derecho de trabajar”, dijo a El Carabobeño la presidenta de la Asociación de Arrendatarios, Laura Cordero.
“No sabemos por qué el alcalde (Gustavo Gutiérrez) en este momento sacó un decreto diciendo que el mercado municipal no puede trabajar, pero los mercados a cielo abierto y el comercio informal sí pueden”, cuestionó Cordero, quien al tiempo hizo referencia a las indicaciones del Gobierno nacional, que establecen que los mercados municipales tienen autorización para laborar de 7:00 a.m. a 4:00 p.m.
El 19 de abril la Alcaldía de Naguanagua publicó a través de las redes sociales el decreto 049/2021 mediante el cual ratifica y mantiene el estado de alerta declarado en toda la jurisdicción debido a la pandemia de COVID-19. En el comunicado se establece que desde ese lunes hasta el 25 de abril mercados a cielo abierto y comerciantes informales que se dediquen a la venta de alimentos y productos de primera necesidad podrán trabajar de 7:00 a.m. a 4:00 p.m. Sin embargo, no se hace referencia al mercado municipal.
De acuerdo a la vocera de los arrendatarios, el cierre perjudica a más de 180 comerciantes, cuyas familias dependen de los ingresos diarios que logren obtener de las ventas en el mercado. “Nuestra ventas ya han disminuido demasiado precisamente por estos cierres injustos. Nosotros cumplimos con todas las medidas de bioseguridad, y tenemos el control de las entradas y salidas”, resaltó.
A Yelitza Garabali, comerciante, tampoco le parece justa la decisión de la alcaldía. “Es injusto que nosotros estemos cerrados y todos negocios de los alrededores abiertos. En las avenidas adyacentes hay aglomeración de gente que en el mercado municipal no lo hay”, aseguró.
Muchos todavía se están recuperando del golpe que significó las tres semanas consecutivas de cuarentena radical decretadas por la administración de Nicolás Maduro en un intento de contener la segunda ola de contagios de coronavirus. “Nos traen de 21 días cerrados y ahora una semana más. Nos van a quebrar, las perdidas han sido invaluables y nadie nos lo repone”, denunció Garabali.
Tanto ella como la mayoría de sus compañeros se dedica a la venta de alimentos no perecederos, por lo que si les impiden trabajar los días restantes de esta semana, deberán afrontar nuevas pérdidas. “Habíamos comprado una cantidad de mercancía y es injusto que se pierdan cosas como el tomate, la lechuga, las papas. Injusto para nosotros y para las comunidades a las que les queda cerca el mercado municipal para hacer sus compras”, manifestó.
Luisa Quintero fue más tajante. “Ya sabemos las restricciones que hay, pero lamentablemente tenemos que salir a la calle. Al cerrar el Mercado Municipal de Naguanagua quedan más de 200 familias sin ingresos y desprotegidas, porque no contamos con una seguridad social que nos garantice a nosotros podernos quedar en casa”, sostuvo. Su matemática es sencilla: sin ingresos no puede sustentar su hogar.
Un día sin poder trabajar representa una gran pérdida, aseveró Quintero, ya que dependen de las ventas diarias y “lo que generamos, de inmediato lo tenemos que gastar en adquirir los alimentos para nuestro consumo”.
En la Alcaldía de Naguanagua recibieron a representantes de los arrendatarios, a quienes las autoridades les explicaron que este martes efectuaron una jornada de desinfección en la mañana y realizarán otra en la tarde. Se conoció que aunque no les dieron seguridad sobre si les permitirán trabajar desde el miércoles hasta el domingo, el gobierno municipal se comprometió a evaluar la situación.
