“Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos.” Mamerto Menapace

Con el fin del año, además de las celebraciones, reuniones y buenos deseos propios del momento, se nos presenta la oportunidad para hacer ese necesario balance, que este año trae consigo fuertes contrastes. Ahora nuestro cívico deber es hacer una evaluación del año que pronto se va, ya que no podemos dejar que de lo vivido no destaquemos los logros, que sí los hubo y los buenos momentos, pues en ello va parte de nuestra idiosincrasia; y, sobre todo, el apoyo de nuestras familias y de tantos comprometidos y nobles amigos que nos ayudaron a atravesarlo.

Sin duda, ha sido un año que muchos preferirían olvidar para siempre: los miles de ciudadanos afectados por el régimen, que, sin un ápice de conmiseración, llega a justificar la violación de los derechos humanos, al legitimar la privación de libertad como modo de poder y control social.

De qué manera acompañar el sentimiento, la enorme tristeza y la indignación de tantas familias, de esos comprometidos demócratas presos políticos, de innumerables exiliados y perseguidos que saben que la puerta giratoria del burdo chantaje político, está siempre activa.

Cerramos otro año signado no tan solo por la ineludible y trágica realidad económica, sino envueltos, como nación, en un total deterioro provocado por la pérdida de valores morales, de su ética, producto de la carencia o falta de aplicación de normas disciplinarias que corrijan el mal, a pesar de contar con un tal Poder Moral que sin que se exagere, se encuentra en total mora.

Ha transcurrido un año que les mostró a los venezolanos la desnaturalización de su propio Estado, al quedar al descubierto – a pesar de los disfraces permanentes- la corrupción, la tentación del poder absoluto y la pérdida del orden político de un régimen extenuado y caótico.

Ha transcurrido, con mucha pena y ninguna gloria, un año más de desgobierno e improvisación, un año en el cual el régimen se ha empeñado en acallar las voces razonadas de la disidencia, amenazando y cerrando a los pocos medios neutrales que quedan amordazando o tergiversando verdades. Un año que se va y nos deja, por la disparatada conducción de un bus desenfrenado, con el riesgo país más alto del mundo, con fracasos tras fracasos que tan solo incrementarán la mega crisis que ya nos acompaña desde hace tiempo.

A pesar de la incertidumbre y del pesimismo presente, la postrimería de este año viene acompañada de cierto halo de optimismo que nos genera esperanzas, deseos e ilusiones.

Nadie lo duda, la ruta electoral del 2024 ya es un campo minado, los obstáculos asemejan los de una playa en la cual se espera un desembarco, porque el régimen sabe por quién suenan las campanas; como también sabe que María Corina y su equipo vienen definiendo una acertada y prudente estrategia con una hoja de ruta bien trazada, de la cual nos solicita mantener la confianza y el foco en esa compleja travesía que esta por empezar… ¡Ojo! fundamental anotarlo en nuestra lista de propósitos y metas a cumplir.

Y cerrando un ciclo más, en la postrimería de un año tan convulsionado, deseamos hacer llegar a todos aquellos que comparten nuestros ideales y nuestro compromiso, junto con el agradecimiento por acompañarnos a lo largo de este camino, un saludo esperanzador por un año abierto al mejor futuro que podamos entre todos construir.

Y desear un Feliz Año 2024, a cuantos trabajaron incansablemente para alcanzar los objetivos que deseaban. A cuantos se atrevieron a hacer uso de su propia libertad, asumiendo dignamente las consecuencias. A cuantos se dedican, comprometidamente, a cumplir con lo encomendado, apostando su existencia por servir a sus ideales, luchando día a día por lograr un país más humano y maravilloso. A cuantos tomaron conciencia que la responsabilidad de la solución de los problemas del país está en sus manos, y ya no la pueden eludir, ni obviándola, ni buscando quien la asuma por ella.

Manuel Barreto Hernaiz

¿Quieres recibir nuestros titulares diarios, matutinos y vespertinos?

Únete a nuestro canal de Telegram: https://t.me/titularesec

O a nuestro grupo de WhatsApp: https://chat.whatsapp.com/E55qyLa9mGw2hNNrN32r1b

Con gusto te los enviaremos.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.