En la recepción de El Carabobeño se realizaron este jueves las exequias en honor a la periodista Basyl Macías, fallecida el pasado miércoles como consecuencia de fallas renales y quien trabajó en este medio de comunicación social durante 27 años.
El ataúd que contenía sus restos fue colocado a pocos metros de la Mesa de Redacción, donde por muchos años atendió gentilmente a quienes buscaban que los problemas de su comunidad se resolvieran, o simplemente tenían una actividad que se deseaba que el resto de la comunidad lo conociera.
El padre Miguel Romero, director de comunicaciones de la Arquidiócesis de Valencia, fue el encargado de oficiar la misa, a la cual asistieron amigos y familiares de Basyl Macías, quienes deseaban darle el último adiós.
En el altar se dispuso de una réplica de la virgen de Chiquinquirá y una imagen de la Virgen del Socorro, acompañada por otra de Jesús de la Misericordia, y por supuesto flores.
Durante la homilía de la misa, el padre Miguel tuvo palabras de elogio para nuestra compañera, al destacar el carisma que siempre la caracterizó y que la hizo ganar muchos amigos. Su solidaridad con la gente que acudía a ella en busca de ayuda para visibilizar sus problemas.
Citó que carisma no es otra cosa que hacer el bien, y de esa manera nuestros prójimos lo reconocen. «Cada quien tiene su carisma y modo de ser, que se lo da Dios».
La misa culminó luego que el sacerdote dispersara gotas de agua bendita sobre el ataúd, lo cual fue un acto muy sublime, teniendo en cuenta que dentro reposaba el cuerpo de una persona que tuvo gran calidad humana.
Carolina González agradeció a todos por la asistencia y aseguró que el recuerdo de Basyl permanecerá en el corazón de todos quienes la estimaron.
Los restos de Basyl Macias fueron cremados en horas de la tarde.
