Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
Cinco horas. Ese fue el tiempo que invirtió Eugenia Linares para poder llegar a casa con el objetivo cumplido: Comprar gas. Tuvo suerte esta vez. En otras ocasiones regresa con las bombonas vacías.
A las 4:00 a.m. salió de su vivienda en el municipio Carlos Arvelo para ir a la Zona Industrial La Quizanda, donde está uno de los llenaderos públicos del combustible. «Esto no puede ser así. Nuestra calidad de vida ha desmejorado. Le pedimos al gobernador que interceda en esta situación».
Linares aseguró que este problema comenzó hace 18 años. Ella recuerda que antes transitaban con frecuencia camiones cargados de cilindros y no había necesidad de ir a ningún establecimiento.
Después todo cambió. «Teníamos que llamar a los llenaderos para pedir cita y venir a comprar, y ahora tenemos que simplemente calarnos estas colas».
Otro problema que deben sortear los carabobeños es el precio. «Sabemos que 50 bolívares no es nada. Pero no es justo que nos aumenten cada semana y ya estemos pagando entre seis y ocho mil bolívares».