La reina de la 129° edición del Desfile de Las Rosas, Isabella Marie Marez, saluda a la multitud durante su recorrido por Colorado Boulevard hoy, lunes 01 de enero de 2018 en Pasadena, California (EE.UU.). EFE/

El tradicional Desfile de las Rosas, con sus más de 40 carrozas sobre las calles de Pasadena (California), lució el pasado lunes mostró toda su gloria y se reafirmó como la fiesta familiar por excelencia de Estados Unidos para iniciar el nuevo año.

La edición 129 de este desfile, el más importante de su tipo en el país, albergó a 44 carrozas de organizaciones no lucrativas, clubes o ciudades, todas coloreadas a base de flores, hojas, semillas y otros materiales naturales, así como a 21 bandas musicales y 19 unidades ecuestres.

«El Desfile de las Rosas es un día en el que todo el mundo se junta con todas las flores. Es un día de gozo y es un día para estar feliz», señaló a Efe Isabella Marez, la reina de este año.

Desde tempranas horas, miles de personas, en total unas 800 mil según medios locales, se congregaron sobre más de ocho kilómetros del bulevar Colorado para disfrutar de este recorrido de alegóricas carrozas, en una caravana que es televisada y se estima atrae una audiencia de 45 millones de personas en EEUU.

«Esto para mí es un símbolo exactamente de cómo podemos trabajar como una sociedad, juntos, viniendo de distintos países, hablando distintos idiomas, teniendo distintas experiencias de estatus social y económico», dijo a Efe Laura Farber, tesorera del Torneo de las Rosas, organizadores del desfile.

Esa unión de los espectadores «un ejemplo para todo el mundo» y el mejor legado que el desfile entrega, añadió Farber, quien en 2020 tomará el cargo de presidenta de la organización del evento y se convertirá así en la primera latina que ejerce ese cargo.

Como latina es, aunque de ascendencia, la soberana de este año, la número 100, en vista de que recién desde 1905 comenzaron a elegir a la Reina de las Rosas, siendo la primera Hallie Woods, y hubo ediciones en que no se designó a nadie para ese honor.

Amy Camacho, originaria de Reno (Nevada) y quien recibió trasplantes de riñón y páncreas por sufrir de diabetes, viajó a bordo de la carroza «El regalo del tiempo», de la entidad Done Vida, y cumplió así un sueño de infancia desde que veía las transmisiones por televisión.

El Desfile de las Rosas se inició en 1890 en las en ese entonces calles rurales de Pasadena, con el fin de celebrar la fiesta de año nuevo entre abundancia de flores y con predominio de rosas.




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