El Cicpc y la Fiscalía investigan las causas de la muerte de Karen Peinero, comerciante, de 35 años, quien había sido sometida a un proceso de esterilización a través de una jornada pública.
Karen tenía un hijo de un año, vivía en el sector Sierra Maestra, del 23 de Enero y debido a la grave situación económica y la falta de anticonceptivos, tomó la drástica determinación de someterse a la intervención para no tener más hijos.
Con otras vecinas acudió al censo que realizaron en Plaza Caracas, El Silencio, donde se hizo exámenes preoperatorios y el sábado 23 de septiembre fue intervenida en el hospital general Dr. José Ignacio Baldó, conocido como El Algodonal, en Antímano.
Ella fue ingresada para la operación a las 7 de la mañana y a las 12 del mediodía le dieron de alta. Aparentemente había salido bien, pero con el transcurrir de los días empezó a sentir malestares, quebrantos, inflamación del abdomen y no evacuaba. La llevaron al CDI del 23 de Enero y no mejoró.
Desde el domingo 1 de octubre su cuadro empeoró, el martes 3 la llevaron nuevamente al hospital del Algodonal y no fue atendida inmediatamente. Permaneció sentada en la puerta del centro porque le dijeron que debía esperar a la doctora que la operó. «No hubo una camilla, nadie que le tomara una vía, que le colocara un suero, nada» exclamó un familiar, indignado.
Cuando observaron que la infortunada mujer estaba agonizando, trataron de meterla en terapia y ya era tarde. A las 2:00 p.m. del martes, murió. En la morgue de Bello Monte le practicaron la autopsia este jueves para determinar la causa de muerte pues sospechan que se trató de mala praxis.