Un grupo de expertos del Instituto Federal Suizo de Tecnología, en Lausana, hallaron un método para descomponer ese CO2 en oxígeno y monóxido de carbono (CO).
Desde hace años científicos se han empeñado en tratar de emular el proceso natural de la fotosíntesis o cómo las plantas convierten el CO2 en azúcares energéticos con la ayuda de la luz solar y el agua.
Con esta sustancia también se pueden fabricar fácilmente combustibles como el etanol, dado que la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera es el principal culpable del efecto invernadero y el calentamiento global.
Los investigadores suizos han descubierto que al añadir una capa de estaño (de un átomo de espesor) a los electrodos de óxido de cobre obtenían monóxido de carbono en estado casi puro. El 90% de las moléculas de CO2 se convertían en CO.
También descubrieron que un 13,4 % de la energía procedente de la luz solar era aprovechada en este proceso (las plantas apenas alcanzan un 1% de eficiencia).
Con este descubrimiento, aseguran que se abren nuevos caminos en la lucha contra el cambio climático y la búsqueda de fuentes de energía alternativas a los combustibles fósiles.