El Poder Electoral venezolano informó hoy que activará centros de contingencia el 30 de julio para garantizar que los electores registrados en «zonas con graves alteraciones del orden público» puedan votar en la elección de la Asamblea Constituyente.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, explicó que uno de estos centros será dispuesto en Caracas para los votantes del municipio Libertador, gobernado por el chavismo, y otros en municipios como Baruta y El Hatillo, considerados feudos del antichavismo.
Son medidas inusuales porque estamos viviendo tiempos inusuales de una violencia nunca antes vista en el país, dijo Lucena en una declaración ante periodistas en la sede del CNE.
La funcionaria explicó que su despacho ha identificado al menos 750 centros de votación con potenciales riesgos para el día de la elección, debido a la crispación social y política y la ola de protestas antigubernamentales que sacude al país desde hace más de cien días y que ha dejado 96 muertos.
Indicó que como otra medida de protección del voto los ciudadanos que residen en las zonas con potenciales conflictos podrán sufragar en cualquiera de los centros que disponga el CNE en su municipio.
El Poder Electoral extremará las medidas de seguridad y las anunciará por los medios que sean necesarios para preservar la tranquilidad y la transparencia del proceso electoral en estas circunstancias.
Lucena adelantó que el plan República, un dispositivo militar que custodia los comicios en el país caribeño, se desplegará este fin de semana en los 14 mil centros de votación y que esto permitirá afinar las medidas para proteger el derecho al sufragio y los derechos humanos.
Mediante la Constituyente, un proceso que ha sido criticado por la oposición y la comunidad internacional, se elegirán en Venezuela a 545 representantes que redactarán un nuevo ordenamiento jurídico para fortalecer la revolución según el chavismo.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha visto este proceso como un intento por consolidar la dictadura.
Los opositores realizaron el domingo pasado un plebiscito al margen del Gobierno en el que participaron 7,5 millones de venezolanos y el 98 % rechazó la Constituyente, pidió a la fuerza armada acatar al Parlamento, de mayoría opositora, y renovar los poderes públicos, así como llamar a elecciones e instaurar un gobierno de transición.
Lucena rechazó todo intento de injerencia extranjera en la Asamblea Nacional Constituyente convocada por el Gobierno de Nicolás Maduro, un proceso objetado por la oposición y la comunidad internacional.
Rechazamos categóricamente todo intento extranjero de arrasar con el principio de autodeterminación de los pueblos por la vía de la amenaza y de la injerencia en los asuntos internos de un país soberano como es Venezuela, dijo.
El proceso electoral para elegir a los más de quinientos representantes de esa asamblea «ha sido convocado constitucional y legalmente de acuerdo a lo que está establecido», afirmó la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE).
En los últimos días varios representantes de la comunidad internacional, entre ellas la Unión Europea y EE.UU., manifestaron su rechazo al proceso impulsado por el gobierno chavista como un mecanismo para contener la crisis del país petrolero.
El pasado lunes, la Casa Blanca amenazó con fuertes y prontas sanciones económicas contra Venezuela si el Gobierno de Maduro sigue adelante con sus planes de llevar a cabo el proceso electoral convocado para el próximo día 30.
Ese mismo día, la alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini instó a Maduro a suspender el proceso para elegir a la asamblea constituyente y advirtió de que «todas las opciones», como las sanciones, están sobre la mesa.
Las autoridades del Estado reunidas en el Consejo de Defensa de la Nación, liderado por Maduro, se declararon en sesión permanente hasta el día de la elección con el propósito de evaluar, abordar y responder ante cualquier amenaza o pretendida amenaza contra los supremos intereses de Venezuela.
