La entidad científica cubana indicó en su cuenta de Twitter que muestra una reducción importante en la incidencia de la COVID-19 en el grupo de edad de 2 a 18 años, a partir de la campaña de vacunación desarrollada en la isla con los inmunógenos propios Soberana 02 y Soberana Plus.
En octubre pasado Cuba envió a Nicaragua la primera carga de 1,2 millones de dosis de otra de sus vacunas anti-COVID, Abdala, desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
La Autoridad de Regulación Sanitaria del Ministerio de Salud de Nicaragua avaló el uso de emergencia de las vacunas cubanas Abdala y Soberana 02.
De esa manera, la nación centroamericana se ha sumado a otros países como Irán, Venezuela y Vietnam, que ya administran a su población vacunas creadas por instituciones científicas cubanas para enfrentar el coronavirus.
Abdala, la primera vacuna contra la COVID-19 desarrollada en Latinoamérica, es una fórmula de subunidad basada en el sitio de unión al receptor (RBD) de la proteína S del virus -el tipo de plataforma en el que los científicos cubanos tienen mayor experiencia- y tiene un esquema de administración intramuscular de tres inyecciones en 28 días.
Los ensayos clínicos de esta vacuna creada por el CIGB mostraron una eficacia del 92,2 %, según institutos cubanos.
Soberana 02 es una vacuna conjugada de subunidad que combina el antígeno del virus y el toxoide tetánico para estimular la respuesta del sistema inmune. Su eficacia fue del 91,2 % al combinar dos dosis propias y una de refuerzo de Soberana Plus.
Soberana Plus está indicada como refuerzo para administrarla en la población convaleciente de COVID-19 mayor de 19 años de edad, con dos meses o más de su alta médica hospitalaria o domiciliaria, así como para un esquema combinado con Soberana 02.