Nuevo fallecimiento por aparente COVID se generó en Asilo San Vicente de Paúl
Fachada de la Casa Hogar San Vicente de Paúl / Foto: Dayrí Blanco

*Con información de Gabriela Suniaga

Todo luce complicado en la Casa Hogar San Vicente de Paúl. Con un brote de COVID-19 entre los ancianos que viven en el lugar y parte del personal, existe un gran déficit de enfermería para atender a quienes se han contagiado.

Eran 10 religiosas las que se encargaban de esta labor diaria, entre la comida, aseo y asistencia médica a los 86 residentes. Pero cinco de ellas están en cama tratando de recuperarse de coronavirus, mientras que Sor Carmen Prada falleció el jueves 10 de junio.

En principio, ella tenía síntomas leves, se realizó la PCR y resultó positiva, pero como no se sentía tan mal siguió atendiendo a los ancianos hasta un día antes de su muerte, cuando fue inevitable para ella quedarse acostada por el malestar.

Así lo ha constatado Médicos Unidos Venezuela (MUV), capítulo Carabobo, que delegó una comisión para constatar lo que sucede en el asilo, que se ha encontrado con esta situación de alarma.

Lo principal que solicitaron las hermanas fue apoyo y ayuda médica y de enfermería, “porque realmente ellas son pocas y varias están contaminadas, están acostadas y no pueden atender a los viejitos”, señaló la representante de MUV, Blanca Acosta.

El problema es que desde la ONG pueden prestar todo el apoyo necesario en la medida de sus posibilidades, pero tienen severas limitaciones. “Nosotros como MUV no contamos  con todos los equipos de bioseguridad que se requieren para atender a este tipo de pacientes.  Tenemos la voluntad  para colaborar en lo que se pueda, pero no tenemos pruebas PCR para realizarles ni los materiales, por eso nos hemos abocado a la solicitud de donaciones”.

Necesitan atención urgente

El panorama es muy desalentador. La información que maneja MUV es que el área más afectada es el de mujeres. “Son 50 y 36 hombres. La madre superiora nos ha dicho que del lado masculino ninguno presenta síntomas, hasta los momentos”.

El domingo falleció una residente mujer que tenía sintomatología de COVID-19. Antes de ella y de Sor Carmen Prada, hubo otras dos muertes. “Ocurrieron en días consecutivos. El lunes 7 falleció Alfonso Trujillo y su hermana Mercedes murió el martes 8”. Se conoció que ellos dos tenían prueba positiva de COVID-19.

Antes de estos cuatro decesos ocurrieron otros ocho, pero no se confirmó que haya sido por coronavirus. “Ellos tenían enfermedades crónicas de vieja data”, dijo la doctora Acosta.

Traslados y nerviosismo

Se logró conocer que al mediodía de este lunes aún no había llegado el material para hacer las pruebas de descarte de la COVID-19 al personal del ancianato, así como a los abuelitos que habitan allí, a pesar de que sí había llegado el equipo médico de Insalud, dijo un colaborador.

Al menos tres abuelitos fueron trasladados este domingo al CDI de La Cidra y de allí al Hospital González Plaza donde se encuentran hospitalizados.

Asimismo, un número desconocido de adultos mayores fueron recogidos por sus familiares para hacerles las pruebas y tenerlos resguardados en sus hogares.

Este lunes continuaban llegando algunas personas para seguir donando alimentos e insumos médicos para la comunidad de abuelitos.

Por ahora no se sabe nada de una eventual jornada de vacunación que evite más muertes en el ancianato en el que sus residentes se sienten a la deriva y totalmente expuestos a la COVID-19.




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