El 20 de marzo de 2019 dos mujeres hicieron que la comunidad internacional volteara sus ojos hacia Venezuela. Michelle Bachelet, alta comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos; y Tamara Suju, directora del Instituto Casla mostraron más pruebas de las violaciones de derechos humanos en Venezuela. Para Acceso a la Justicia, ambos discursos dejan en evidencia que Nicolás Maduro está arrinconado, reseñó Efecto Cocuyo.
“El gobierno está arrinconado. Incluso con la comisión técnica de la ONU en el país están ocurriendo cosas gravísimas. Las publicaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la ONU. Hay pronunciamientos por todos lados que exhiben las denuncias de excesos. Es una muestra de que la comunidad internacional tiene una opinión formada del irrespeto y arbitrariedad en el que estamos”, dijo Alí Daniels, abogado y director de la ONG de derechos humanos Acceso a la Justicia.
Daniels recordó que Nicolás Maduro veía en Bachelet una aliada, por lo que presume que la presentación de su informe oral en la ONU fue un golpe duro para su gestión.
“Vemos que hubo una evolución en el discurso, porque hizo denuncias concretas. Habló de las muertes por las FAES y la mortaldad infantil. Es un golpe duro al gobierno”, expuso.
Para el abogado, las presentaciones internacionales comprueba que todo el sistema de defensa internacional de derechos humanos tiene registro de las violaciones que ocurren en Venezuela.
“Para quienes creen que solo es papel mojado, hay que recordarles que los dos informes anteriores del Alto Comisionado fue anexado en la Corte Penal Internacional. Estas denuncias pueden servir como medios de pruebas para que la CPI continúe con la investigación preliminar. No solo es un acto diplomático”, puntualizó.
Con información de Efecto Cocuyo
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