Las denuncias por violencia de género en el municipio San Diego han incrementado más del 600% en los últimos cuatro meses, en comparación con el período agosto-noviembre del año anterior.
En 2019 tan solo se registraron cinco denuncias en ese cuatrimestre, mientras que en 2020 ya se han atendido 33 denuncias, lo que representa un 660% de incremento de casos, informó el comisionado Eleazar Villasmil, director general de la Policía Municipal de San Diego.
El comisionado manifestó su preocupación por las mujeres que sufren agresiones y no se atreven a denunciar. Hizo referencia al reciente asesinato de una señora de 39 años en la jurisdicción que causó conmoción entre los sandieganos. “Es verdaderamente lamentable. Con una denuncia temprana se pudo haber evitado un femicidio. Por eso hago un llamado constante a las mujeres para que nos llamen a cualquier hora, o se acerquen al comando si han siso maltratadas física o verbalmente”.
El director del cuerpo de seguridad señaló que el miedo impuesto por el agresor y el desconocimiento de los derechos de las mujeres hace que muchas persona no se atrevan a hablar con la policía, o se arrepientan en el último momento de hacer la denuncia. “Hay mujeres que vienen y cuando les pedimos los datos del maltratador se arrepienten, quieren resolverlo por su cuenta, pero regresan a la semana siguiente más golpeadas, con peores heridas”.
Villasmil reiteró el llamado a la denuncia y aseguró que terceros que hayan presenciado un caso también pueden avisar a la policía a los siguientes teléfonos que están disponibles las 24 horas del día: 0426-5467769 y 0412-7788261. “Las mujeres no están solas. Pueden llamar así sean las dos de la madrugada”.
Irritación en cuarentena
El comisionado consideró que la cuarentena y la crisis económica pueden estar influyendo en el aumento de casos de violencia de género. “Preocupa, porque es algo que está ocurriendo en todo Carabobo y en otros estados debido al encierro y a la difícil situación económica que atravesamos los venezolanos”
El psicologo César Ramón Prince aseguró que para las parejas que no han desarrollado una capacidad de convivencia como la que exige la pandemia, los niveles de irritación y agresividad están aumentando.
Prince destacó que otro factor importante ha sido la fractura de los conceptos de familia en los últimos años, que estaría afectando la manera en que se forman y fortalecen los vínculos en las relaciones. “En cuarentena es más difícil porque esto hace que las posibilidades de una convivencia positiva cedan ante la violencia”.
Perfil de una víctima
El especialista señaló que cuando las conductas agresivas se hacen parte de un modelo de vida, generalmente aprendido desde la infancia, los gritos, insultos y golpes son naturalizados por las víctimas. “Es muy complejo, porque hasta terminan creyendo que son responsables de esa violencia: ‘si me porto mal mi novio o mi esposo me va a castigar”.
Para la psicóloga y directora de Psicoestima, Giezy Corrales de Acosta, la sensación de culpa de las agredidas tiene que ver con las distorsiones cognitivas y creencias irracionales. “Siguen patrones culturales que las hacen pensar de forma inadecuada ante un hecho que incluso está penado por la ley. Llega un punto donde pueden perder la objetividad sobre las situaciones y la conciencia de peligro ante el abusador”.
¿Por qué no denuncian?
Prince indica que las otra característica de las mujeres maltratadas es la personalidad sumisa. Suelen ser personas calladas que se guardan los problemas porque nunca les enseñaron a hablar de ellos. “Tienen una baja autoestima, no sienten que tienen derecho a expresarse y como nunca hablan de sus problemas, desconocen que la ley las ampara”.
Corrales añade otras razón por la que las mujeres maltratadas no denuncian: el miedo.
La dependencia emocional y económica, el miedo a quedarse solas y el pavor a ser castigadas sí hablan influyen a la hora de emitir una denuncia. “Tienen temor por las constantes amenazas que reciben de parte del victimario, por la creencia de que el matratador puede o quiere cambiar o porque consideran que pueden resolver el asunto solas sin ayuda de nadie. Se engañan a si mismas”.
Perfil de un agresor
Identificar a un maltratador puede ser una tarea difícil para el entorno. Prince advierte que los agresores suelen tener trastornos narcisistas y se muestran extremamente bondadosos y cariñosos con sus parejas cuando están en público. “El ego de un narcisista demanda adulaciones y reconocimiento, pero en lo privado son incapaces de reconocer el valor del otro, o sus derechos”.
La psiquiatra Luisana Díaz asevera que los agresores suelen instaurar, consciente o inconscientemente, una rueda de control. “Estas personas empiezan a controlar desde la forma en se viste su pareja, su sueldo, contraseñas, hasta los círculos sociales que puede o no frecuentar para poder ejercer con mayor libertar ese control”.
¿Cómo ayudar a una mujer que sufre maltrato?
Díaz explicó que lo primordial es alejarse del maltratador para poder garantizar la seguridad de la víctima, aunque suele ser un proceso muy difícil que requiere un soporte del entorno inmediato: familiares, amigos y conocidos.
La doctora también destacó la importancia del papel social que juegan los otros ante un caso de violencia de género. “Las personas hacen muchos señalamientos equivocados. Se escuchan muchos comentarios como: ‘es algo doméstico, los problemas de casa se resuelven en casa’, o ‘a ella le gusta porque sigue allí’, pero hay que entender que estas mujeres no están en esas situaciones porque lo desean, sino porque requieren un entendimiento y acompañamiento para poder salir de esa situación”.
La ciudadanía no puede olvidar que la violencia de género es un delito que debe denunciarse. Díaz exhortó a quienes conozcan sobre casos a acudir a la policía.
