EE.UU. mantiene contacto con Guaidó en torno a la asistencia humanitaria

En junio, la comunidad internacional discutirá un nuevo paquete de ayuda económica para asistencia humanitaria de los venezolanos, tanto dentro como fuera del país, aun cuando expertos consideran que la administración Biden no ha aclarado las bases de la estrategia hacia Venezuela que, de acuerdo con Juan González, asesor de la Casa Blanca para la región, parece estar centrada en dar “una respuesta robusta a la situación humanitaria”.

En conversación con la Voz de América (VOA), Miguel Pizarro, comisionado especial de Juan Guaidó para la asistencia humanitaria, señaló que “eso implica que Estados Unidos está jugando su rol como el donante más grande; y además de encabezar la presión, que para nosotros era clave, también abre espacios y precedentes para poder financiar la asistencia humanitaria”.

Asistencia humanitaria en cifras

De acuerdo con registros públicos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), Washington ha otorgado más de mil millones de dólares en los últimos cuatro años, para atender la situación humanitaria venezolana en la región. Sólo en 2020, desembolsó más de 528 millones a través de la Oficina de población, refugiados y migración del Departamento de Estado y la Oficina de Asistencia Humanitaria. Unicef, Acnur y la OIM están encargadas de ejecutar esa ayuda en el terreno.

Durante el año pasado, un poco más de 80 millones terminaron asignados a proyectos de tipo alimentario y de servicios en Venezuela. El dinero circula entre el ente donador y la agencia ejecutora en el terreno. Por regulación internacional, los políticos no tienen acceso a estos fondos. Estados Unidos lo sabe; sin embargo, pide la mayor claridad en el proceso.

“Definitivamente, la transparencia es algo que es responsabilidad no sólo nuestra y del presidente interino Guaidó. Nosotros estamos en constante comunicación con él y con elementos de su gobierno interino”, dijo Juan González.

Ante las críticas sobre la falta de una “transparencia de libro” con respecto al manejo de la asistencia humanitaria por parte de la oposición venezolana, Pizarro explica: “Yo creo que el ruido siempre se combate con pedagogía. Y creo que nuestro problema es que teniendo la explicación correcta, no lo hacemos tanto como deberíamos”.

Requisito básico

“La asistencia humanitaria tiene un requisito básico, que es que el actor político no la puede implementar. Nosotros no podemos. No somos un actor humanitario. Nosotros no somos un receptor de recursos o de donaciones humanitarias. Porque por reglamento, por diseño de la asistencia humanitaria, somos un actor que no puede recibir la asistencia. Nosotros sólo somos un canal”, agrega el opositor venezolano.

Pizarro explica que el 80% de los recursos que se anuncian de los países tienen dos formas de ser auditados públicamente: el primero, es a través del R4V (Situation Response for Venezuelan) una plataforma de refugiados y migrantes de Venezuela, donde está la inversión más grande. Aquí hay registros de más de mil millones de dólares en los últimos dos años.

El segundo mecanismo es el HRPAS (Health Resources Priority and Allocations System) al cual se le hace seguimiento a través de la FTS, que es el Financial Tracking System de OCHA (United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs) que es la Agencia Humanitaria de Naciones Unidas.

La intervención de algún político o partido está prohibida porque “incurriría en dos cosas –acota Pizarro- que también están fuera de la normativa humanitaria. Uno es apropiación de programas y de recursos que no son nuestros. Pero además, al ser un actor político tengo un segundo problema, que es que politizo el programa y convierto ese programa en bandera política de uno de los bandos dentro de Venezuela y, por lo tanto, estaría rompiendo los principios humanitarios”, explicó Pizarro.

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