“Se educa mediante la hipnopedia, que son mensajes que se reproducen en el sueño: así cada persona cree lo que el gobierno les manda a creer”. A. Becerra

Hipnopedia (del griego hipno, sueño; y pedia, educación. En español actual sería: educación a través del sueño) es la palabra empleada en la novela “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, para nombrar al proceso de aprendizaje a través del sueño de los sujetos durante la inocencia de la niñez y que también se aplica en otras edades para manipular a la gente aprovechándose de su credulidad.

¿Existe un esfuerzo deliberado de las autocracias de aturdir a las masas? La pregunta parece dura e incluso difícil de probar; sin embargo, hay una gran cantidad de información que prueba que existe un grupo élite que no sólo tolera, sino que –además– introduce de manera efectiva diversas políticas que van en detrimento de salud física y mental de la población.

Las ideas y conceptos que se desarrollan en este escrito van dirigidos a mostrar cómo la población venezolana –en general– está haciendo “estupidizada” de muchas maneras por el régimen de poder imperante actual.

El tema acerca de la “estupidización” (atontamiento) de las masas es un hecho mencionado a menudo en diversos escritos e investigaciones preferentemente en otros idiomas, no así en castellano. Ésta es una limitación, especialmente para los hablantes hispanos quienes menos oportunidad tienen acceso al conocimiento y a lo que ocurre a su alrededor,.

Información científica se ha estado proveyendo desde hace muchos años en el sentido que los regímenes totalitarios están “tolerando” la venta de muchos productos los cuales poseen un efecto directo y negativo en las áreas cognitivas y físicas de la salud.

Como se ha escrito en diversos artículos de revistas científicas, muchos productos cotidianos provocan daño cerebral, deterioro de la capacidad de discernir o discriminar (que es lo mismo) y un bajo rendimiento intelectual (coeficiente de inteligencia o IQ).

¿Es una población más estúpida lo que desean ciertos regímenes dictatoriales? Adolf Hitler una vez dijo: –“Qué afortunado para los dictadores el que los hombres no piensen”. Una población educada conoce sus derechos, entiende lo que ocurre y ejecuta acciones cuando no aprueba lo que está ocurriendo. Juzgando por la gran cantidad de información disponible sobre este tema pareciera ser que un grupo pequeño de personas desean exactamente lo contrario: personas ignorantes, enfermas, asustadas, confundidas y sedadas.

La experiencia de otras latitudes en donde ha existido un régimen comunista en que se mantuvo el dominio de la población, aplicando control continuo y omnipresente: lo que se ha dado a llamar “El Gran Hermano” (que es el personaje omnipresente y enigmático cumplido por el conjunto gobernante, siendo una expresión que nace de la figura propagandística de primera importancia –que lo controla todo: un arma especial que cambia la verdad y la historia según van variando las circunstancias– descrita por George Orwell en su novela “George”). Con tal arma, se mantiene a la gente en la ignorancia, pues sólo le deja aprender lo necesario para cumplir su función dentro de la sociedad, tener el conocimiento necesario para –solamente y sin saberlo– ser apenas un engranaje más de la cadena opresora de dichos regímenes; un buen ejemplo de esto es la cúpula de los hombres de verde aquí en Venezuela, quienes se mantienen alejados de los designios constitucionales.

Basado en esas experiencias funestas -fallecidas- de otros países, el régimen actual venezolano, a través de su cuestionado sub-sistema educativo, ha pretendido crear un realidad totalmente distorsionada -pretendiendo cambiar la historia- por medio de un nuevo lenguaje limitado, con pocas palabras. Cómo el pensamiento humano se desarrolla con base en las palabras, si no existen las que describen sentimientos como la tristeza, el descontento, o demás conceptos abstractos. Se limita la mentalidad de la población, llegando a creer que es feliz, pero no entiende conceptos superiores como la libertad, porque en ese lenguaje limitado (incompleto) no existe dicha palabra.

Este régimen dominante actual de poder entiende –¡muy bien, pues un psiquiatra está al frente de todo!– que la existencia de un pensamiento depende de su capacidad de ser expresado.

Quebrarse, confundirse, resignarse y más es lo que quieren los jefes del control del comportamiento social del venezolano. No hay que creer –¡ni por un segundo!– que esto es casual.

El entrenamiento de los “Navy Seals” (pequeños equipos humanos masculinos –comandos– para operaciones especiales –en mar, agua y tierra– de la marina militar estadounidense) se concentra en hacer producir extrema confusión, angustia, cansancio y dolor físico, porque estas cuatro condiciones inhabilitan al cerebro, le impiden pensar y adoptar las decisiones convenientes. Por eso: no todos los aspirantes aprueban el programa.

El impacto psicológico de la condición de imposibilidad que está creando esta tiranía mata la acción ¡con foco y determinación!

La confusión paraliza el cerebro. Esto es un hecho científico. Para entenderlo y admitirlo, sólo basta pensar cómo se sienten las personas después de cinco días sin luz, sin hidroneumático, sin agua, sin fósforos, ni velas porque se consumen y las baterías también, ni aire acondicionado, ni cocina en casa, ni bancos y los puntos de venta sin operar a cabalidad (admitiendo tarjetas de algunos bancos y de otros no). Sin poder bañarte, ni bajar el agua del depósito de la poceta. La mente entra en caos.

Además, sin posibilidad de comunicación, ni implementar alguna acción contundente para salir de esta cárcel o campo de concentración, porque el efecto psicológico de la sensación de imposibilidad liquida la lucidez y la serenidad para la ejecución. ¡Eso es lo que buscan! Es lo que han hecho en Cuba, Rusia y China: crear pasividad consumista. ¡Atemorizar! y… el temor ¡paraliza!

¿Quién más que un psiquiatra para concebir, recomendar e implementar todo esto?

Es un proceso silencioso, pero sistemático de control psicológico para crear ESTUPIDIZACIÓN SOCIAL, mantener al pueblo ocupado en sobrevivir, inhabilitándole emocionalmente la autodirección de la ejecución de los procesos intelectuales (del pensamiento, de la interpretación, de decidir, entre otros).

Los órganos de comunicación masivos representan un gran potencial para los gobiernos dictatoriales. En los contextos comunistas se usan estos medios como instrumento de control, se usan mensajes cortos y sencillos, se manipula (como el titiritero al muñeco), se exagera o se minimiza la importancia de las noticias. También se incentiva su audición y visión colectiva, para potenciar sus efectos psicológicos. Aun la música transmitida y sus estilos –a través de los años– tienen un por qué psicológico y de control.

Alfred Rosemberg, ideólogo del nazismo dijo: “Una de las formas más efectivas de alcanzar y retener el poder, es lograr manipular y controlar el conocimiento de las masas, y grupos influyentes. Si logramos controlar qué sabe, o cree saber un grupo de personas, tendremos control sobre sus vidas y destinos”.

Se ha vivido en un mundo donde la clase política autocrática dominante aplica todos estos principios de desinformación y manipulación de lo que cree el pueblo, haciendo todo lo posible por perpetuarse en el poder, ¡cueste lo que cueste!, a expensas de los derechos civiles de los que hoy se tienen, aprovechándose de la ignorancia y fomentándola al invertir cada vez menos en educación; o destruyendo el entendimiento humano de modo deliberado haciendo al pueblo incapaz de pensar adecuadamente, volviéndolo analfabeto funcional.

Hay que recordar que un pueblo inculto es un pueblo dócil y que Simón Bolívar dijo: –“Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil, y adopta como realidades las que son puras ilusiones; toma la licencia por libertad, la traición por patriotismo, y la venganza por justicia” (15 de febrero de 1819, Discurso del Congreso de Angostura); es decir: él entendió que un pueblo ignorante (que no tenga conocimiento de cuáles son sus enemigos, sus armas de manipulación mental, sus proyectos, termina siendo ¡su propio verdugo!).

No es juego. Es una estrategia de control del comportamiento humano del pueblo venezolano de este régimen usurpador

Hay que organizarse y luchar. Manteniéndose muy atento para enfrentar al desánimo y la desmoralización que inducen desde el Palacio.

¡VAMOS BIEN. FALTA POCO!




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.