“La pandemia del coronavirus nos plantea desafíos enormes no sólo en el campo específico de la salud, sino también sobre la organización económica, social y hasta política de las sociedades occidentales”. www.agenda_publica-com

En la entrega de la pasada semana se publicó la primera parte de este interesante tema como es la pandemia y sus consecuencias globales en todos los estratos de la humanidad.

Entre las ideas y conceptos más importantes destacaban entre otros los siguientes:

“Se va a vivir”, señala, “cambios sustanciales que conducirán inexorablemente a nuevas concepciones de los elementos de poder y de soberanía de los países, con una interpretación completamente novedosa de conceptos clásicos, la defensa, la seguridad, como biopoder por poder digital, que ahora se va a conectar aún más

Lo que hace la pandemia, más que generar un paradigma novedoso, es turbo-acelerar y catalizar los cambios que caracterizan a la Cuarta Revolución Industrial. Éstos se están expandiendo a una velocidad incluso mayor que la Covid-19, relacionando cada vez más, y de formas novedosas, a las personas y organizaciones, que encuentran así el modo de compensar su aislamiento.

En esta entrega se desarrollan las ideas faltantes de la semana pasada y se concluye con dicho tópico.

Las citas y otras soluciones para videoconferencias han ayudado a que el ciclo lectivo no se haya interrumpido en muchos colegios y universidades. Además, se han multiplicado las conferencias, cursos y lecciones de todo tipo, desde la meditación para navegar la cuarentena hasta clases de gimnasia para hacer en casa. También se están utilizando apps de mensajes y video para proporcionar servicios profesionales como sesiones de psicología, coaching y clases particulares sobre los temas más diversos.

El futuro de la educación ya estaba en discusión. Es irreversible la evolución hacia un tipo más descentralizado, al cual las instituciones educativas tradicionales tendrán que adaptarse. El nuevo modelo apunta a carreras hechas a medida, en la que cada uno optará por materias en distintas orientaciones. La interconexión, la alta capacidad de procesamiento de información… todo apunta a un gran cambio en el mundo laboral que implicará la destrucción, la creación y la reinvención de trabajos.

El avance de tecnologías como el blockchain agiliza y hace más transparentes procesos, ya sean privados o públicos. Se puede utilizar para corroborar transacciones (por ejemplo, de bienes raíces o muebles registrables) sin necesidad de escribanos o abogados. La Administración Pública es una gran área de oportunidad para agilizar trámites, introducir procesos transparentes y saldar una gran deuda: democratizar el acceso a servicios sociales. En organismos internacionales se puede incluso eliminar burocracia y rastrear recursos como, por ejemplo, donaciones ante catástrofes.

El confinamiento y la disponibilidad de servicios de comunicación por internet abren las mentes a nuevas formas de interacción social. Houseparty, por ejemplo, se define como «una red social cara a cara», y los jóvenes utilizan otras plataformas para mantener el contacto durante o después de las clases, o como una continuación de la vida pero en el más allá online. Para los más grandes, es una nueva ventana fuera del encierro. Netflix, compañía de entretenimiento, atendió la petición de la Dirección de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la Comisión Europea y bajó la calidad de imagen de los contenidos que ofrece para no sobrecargar internet en Europa, congestionada por el alto tráfico que implica el trabajo de forma remota.

Para muchos que preceden a internet, su ubicuidad constituye un desafío. Ya existen soluciones que ayudan a llenar un poco el vacío del contacto directo: a crear vínculos, a hacer lluvia de ideas, a compartir gráficos, juegos, incentivar la creatividad, etcétera. El aislamiento extremo se superará eventualmente, y se podrá combinar esta interacción social por otros medios con el cara a cara tradicional. La adaptación a la Cuarta Revolución Industrial será más fluida para quienes (y aquí se incluye no sólo empleados o empleadores y profesionales, sino a familiares y estudiantes) desarrollen o cuenten con ciertas capacidades como expresarse bien por escrito, lo cual es fundamental para dejar pruebas documentales, organizar presentaciones, manejar herramientas y equipos virtuales, y la interacción entre relaciones virtuales y físicas.

También a nivel personal, se aprende cómo navegar y seleccionar lo relevante en un mar de información (aquí entran las fake news), cómo manejar proyectos y metas propias, ser más responsable de su salud, educación y finanzas al tener mayores herramientas a mano; y no sólo a nivel local.

Aunque no es aplicable a todas las empresas o equipos, el modelo de ‘fully distributed companies’ es una tendencia que probablemente permanezca cuando la pandemia pueda controlarse. Se trata de empresas sin una sede central (aunque cuenten con un lugar físico donde realicen algunas actividades), en las que la mayoría de sus empleados trabajan desde sus casas, oficinas compartidas, espacios de co-working, incluso en lugares alejados (distribuidos) geográficamente, enlazados por una cultura empresarial común. Aunque en muchas empresas no puede aplicarse en su integridad, muchas startups siguen este modelo que reduce el coste de la infraestructura y permite unir talentos sin necesidad de movilizarlos tanto físicamente. De todas formas, algunos de estos rasgos desplazarán a equipos tradicionales en algunas firmas.

El aumento inédito de los costes de transacción a la interacción cara a cara que ha impuesto la pandemia se reducirá, obviamente, cuando ésta haya podido controlarse; pero no desaparecerá. Incluso en el aftermath, persistirá el temor a otro virus o crisis global de otra índole. Se automatizará cada vez más la producción material y se virtualizará cada vez más la interacción social. Se aplicarán tecnologías de detección temprana de epidemias y de su control, utilizando big data y geolocalización para identificar, ubicar y aislar a las personas que potencialmente puedan ser fuente de la enfermedad, y certificar a personas o empresas libres de contagio. Esto implica que, para mantener el equilibrio entre libertad y seguridad, que están en la base del ideario de nuestra democracia, esas tecnologías se utilicen también para reforzar el control ciudadano sobre los gobiernos.

Pero la gran cuestión que se afronta de modo urgente (especialmente, los líderes políticos) es hacer jugar esta interconexión antes nunca vista de tecnologías digitales, físicas y biológicas ya disponibles para combatir la pandemia global de modo más efectivo, y encarar con ellas la compleja y delicada fase de la post-pandemia, para que nuestras sociedades no entren en un ciclo de apertura y cierre fatal para su desempeño.

Si algo ha caracterizado al género humano es su adaptabilidad y plasticidad frente a circunstancias cambiantes. Los estados hoy, saturados por la emergencia, afrontan también el imperativo de adaptarse y flexibilizarse. Y, muy especialmente, los de incentivar, aumentar, difundir y capacitar masivamente en las innovaciones tecnológicas ya disponibles y en por venir. Además de la inmediata asistencia a las poblaciones más afectadas, el cierre de la brecha digital será clave para la inclusión social y productiva de los sectores más vulnerables.

Ésa es la forma en que se va a conjugar el verbo democratizar en la expansión de la Cuarta Revolución Industrial a la que se está asistiendo.

Chichí Páez
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@genaccion




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