El mal olor que salía de una vivienda en las invasiones Santa Inés era sospechoso para la gran mayoría de los pobladores, quienes pensaron que en una de las casas había algo muerto.
Y era así. Jesús Álvarez, de 47 años, según funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), fue sorprendido por unos delincuentes que ingresaron a la fuerza a su vivienda para robarlo.
Se trató de un robo al que el fallecido se opuso, lo que ocasionó una discusión que terminó con la muerte del dueño de casa producto de un golpe en la cabeza.
La fecha de muerte aún no ha sido detallada porque el cuerpo llevaba varios días en estado de descomposición