Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
Estela Durán está acostumbrada a dejar el grifo abierto de la cocina. Lo hace a conciencia. Es su manera de saber cuándo llega algo de agua a su casa, al norte de Valencia, donde el servicio se ha vuelto cada vez más intermitente por diversas fallas en el Sistema Regional del Centro 1 (SRC-1) de Hidrocentro que apenas produce 40% del agua que se requiere para las dos millones y medio de personas que habitan en la capital carabobeña y el municipio Naguanagua.
Ya son más de 30 días los que cuentan los habitantes de esos sectores con la deficiencia. Farid Richani, vicepresidente del Centro de Ingenieros de la entidad, explicó que se trata de un problema originado por diversas variables. Una de ellas son las fluctuaciones eléctricas y las debilidades de ese sistema. A eso se suma que la mayoría de los equipos mecánicos y las estructuras civiles de los embalses y las potabilizadoras estén obsoletos con más de 40 años de vida.
La consecuencia se mide en litros por segundo. Solo dos mil 500 diarios están saliendo desde la planta Alejo Zuloaga de una capacidad operativa de seis mil desde los últimos cuatro años. Pero durante los recientes cinco meses la situación se ha agudizado y cada vez se potabiliza menos. “El déficit actual es de casi 65%”.
Se trata de un problema que ha sido calificado por el Colegio de Ingenieros de Venezuela como el de mayor impacto en todo el país en materia hídrica y ambiental, que afecta a las poblaciones de Aragua, Cojedes y Carabobo, por todas las incidencias del nivel del Lago de Valencia, su saneamiento y las dificultades de potabilización y suministro del servicio hacia las comunidades. “Incluso, ante la Cumbre Mundial de Singapur se planteó el tema y se coincidió en la gravedad”.
No hay solución a corto plazo. “No se puede sustituir el sistema de acueducto por camiones o pozos profundos, se debe trabajar en la reingeniería de todo el sistema hídrico del centro del país y una inversión suficiente, conocimiento y voluntad política para solucionar el problema de nivel del Lago de Valencia y su saneamiento, además de la potabilización, distribución y reúso del agua”.
Para ello se planteó la conformación de una comisión hídrica regional integrada por las universidades, el Colegio de Ingenieros, gobernaciones, alcaldías e Hidrocentro.
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