Trabajadores de Hidrocentro. Foto Referencial (Twitter)

Ya se comenzaba a creer en los tweets de Hidrocentro. Anunciaban el inicio del bombeo de agua hacia los municipios Valencia, Naguanagua y San Diego, luego de la interrupción que comenzó el domingo 18 de febrero. Como suele suceder en cada reparación de este tipo, los imprevistos salen a flote y el restablecimiento del servicio se retrasa.

Esta no será la excepción. Hoy la Hidrológica del Centro anuncia que debido a «ruptura de gran magnitud en aducción principal de 60″ ubicada en el sector El Oasis nos vemos en la necesidad de suspender el bombeo desde la E/B Pao Cachinche para iniciar trabajos correctivos».

Esta situación, según otro tweet de Hidrocentro, afectará la reactivación del suministro de agua potable en Valencia, Libertador, Naguanagua y parte de San Diego y Los Guayos.

La realidad es entonces que el suministro de agua se retrasará, al menos, por 72 horas. Los vecinos deben tomar las previsiones para esta prórroga en la reactivación del servicio, que aunque ya es habitual en el comportamiento de la Hidrológica, tomó por sorpresa a muchos.

Impericia, la causa

Especialistas en el tema señalaron que el daño se produjo en un tubo de 60 pulgadas correspondiente a la  segunda línea de aducción Cachinche Valencia, en el tramo comprendido entre la hacienda San Pablo y la hacienda El Cují. Por fortuna la tubería es superficial y está apoyada sobre bases de concreto. Lo que estiman es que hubo impericia en el manejo de los protocolos para los procesos de llenado de tuberías.

Los especialistas explican que se deben revisar las presiones a medida que avanza el agua a través de las válvulas, ventosas y puntos de tomas de presión que existen en las líneas de aducción. El aire que necesitas desalojar cuando tienes una tubería que has descargado amerita una revisión cuidadosa. La velocidad de llenado debe ser correspondiente a la velocidad de salida del aire a través de esas ventosas y válbulas de descargas.

Eso no lo hicieron los técnicos de Hidrocentro, precisó la fuente. La consecuencia es que se genera una concentración de aire en un determinado punto alto y ahí se produce un tapón que origina un represamiento del agua y un incremento de las presiones internas. Eso conduce a una explosión que ocasiona lo que se conoce como «golpe de ariete».

Fueron 12 metros de tubo de 60 pulgadas que se fue por las costuras. La única manera de que un tubo de ese espesor sucumba es a consecuencia de ese golpe de ariete que en este caso sucede por una mala interpretación del protocolo de llenado y de presurización de la tubería, detallaron los expertos.

Esta falla implicará mínimo de 72 horas para su reparación. Se cree que en los depósitos hay tuberías para para reemplazo, pero las sabanas donde ocurrió la explisión están inundadas y hay que drenar las aguas que se han estancado. «Es una falla humana».

 

 

https://twitter.com/Hidrocentro2011/status/1098178348004634624

 

 

 

 




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