«El Sol de América» «Padre de seis naciones» «Es el personaje, (no religioso), con mayor cantidad de monumentos en el mundo».

El 27 de abril de 1830, había presentado su renuncia irrevocable al Congreso reunido en Bogotá.

Se sentía vejado, defraudado, humillado y traicionado por todas las injusticias e ingratitudes.

Salió de Bogotá el 8 de mayo; el 15 embarcó en la población de «Honda»; desembarcó en Cartagena de Indias el 24 de junio, fue alojado en la casa del marqués de Valdahoyos, (hoy residencia oficial).

Pensaba trasladarse, hacia Curazao, Jamaica y Londres, un auto exilio.
Deseaba olvidar y que lo olvidaran.
Para el momento,no poseía dinero para los gastos, ni salud para soportar la travesía.

El 1ro de julio recibió en Cartagena de Indias, la fatal noticia del asesinato del general Sucre, “El Abel de América”.

Bolívar tenía la minas de Cobre en Aroa, hoy Parque Nacional, pero no podía disponer de ellas en el momento oportuno.

A través del general, el caraqueño Mariano Montilla, comandante del Departamento del Magdalena, El Libertador recibió las facilidades del buque “Manuel”, propiedad del bondadoso español Joaquín de Mier y Benítez, que lo trasladó desde Barranquilla hasta Santa Marta, alojándolo en su «Casa de la Aduana»

Llegó la noche del 1ro de diciembre, por su estado de debilidad fue bajado en silla de brazos.

El doctor francés Alejandro Próspero Reverend, con seis años ejerciendo en Santa Marta, a partir de ese momento, se hizo cargo del ilustre paciente sin aceptar remuneración.

A través de treinta y tres boletines, reflejados en su obra: «La enfermedad, los últimos momentos y funerales de Simón Bolívar», publicados en París en 1866, el Dr. Reverend informaba los pormenores de su abnegada actividad.

Se gloriaba decir que: «Era el último médico de Simón Bolívar el genio de América»
(los restos del Dr. Reverend se encuentran en la capilla de la hacienda).

El día 6 es bienvenido en la hacienda -ingenio de San Pedro Alejandrino,(hoy Patrimonio histórico), ubicada a seis kilómetros de Santa Marta, cedida por Don Joaquín de Mier.

El día 7 recorriendo la hospitalaria residencia en compañía de Don Joaquin, en la biblioteca al ver el libro «Don Quijote de la Mancha» de Cervantes, y un crucifijo; Bolívar dijo:

» Jesucristo, Don Quijote y yo. hemos sido los tres grandes majaderos del mundo».

El día 10 en momentos de lucidez, en horas nocturnas dictó al Notario Público, su Testamento y Última Proclama dirigida a los pueblos; Bolívar deseaba «bajar tranquilo al sepulcro»; ese día recibió los Auxilios Espirituales, por parte de monseñor José María Estévez, obispo de Santa Marta.

En su lecho de enfermo dijo: » Me siento morir, mi plazo se cumple. Dios me llama; tengo que prepararme para darle cuenta…quiero exhalar mi último suspiro en los brazos de mis antiguos compañeros, rodeado de sacerdotes cristianos y con el crucifijo en las manos».

La enfermedad estaba muy avanzada; el 17 de diciembre, a las once de la mañana, cuando el Dr. Reverend notó el estado agónico del más grande de los venezolanos y americanos, se asomó a la puerta del dormitorio y dijo:

«Señores, si quereis presenciar los últimos momentos y alientos de El Libertador, ya es tiempo».

A la una y tres minutos de la tarde, falleció de «Tisis Pulmonar».

La palabra «Tuberculosis «, la ideó el cientifico alemán Johan Schonlein en 1839.
En marzo de 1882 el científico alemán Robert Koch, descubrió la bacteria causante de la «Tuberculosis «.

Nuestro Libertador. entregó su alma al Supremo Creador, para convertirse en el “Caballero andante inmortal de la historia”.

El Sacramento de la Extremaunción, lo realizó el sacerdote Hermenegildo Barranco de la población cercana de Mamatoco, (el Obispo estaba enfermo).

Acompañaron al Padre de la Patria durante sus últimos momentos terrenales, los generales Mariano Montilla, José María Carreño y José Laurencio Silva; los coroneles Pedro Briceño Méndez, José Trinidad Portocarrero, José de La Cruz Paredes y Belfort Wilson, el comandante Juan Glen; capitanes José Maria Molina, Andrés Ibarra del Toro, y Lucas Melendez; Tte Fernando Bolívar.

Doctores Alejandro Próspero Reverend y Manuel Pérez Recuero; señores Catalino Noguera, ( Notario Público), Manuel Ujueta, Don Joaquín De Mier y el Fiel Mayordomo José Palacios, quien en un rincon sollozaba: ¡Se me muere el viejo!.

Falleció a los 47 años; la hora exacta del fallecimiento se conoció, cuando el general Mariano Montilla, exteriorizó:
¡Ha muerto el Sol de Colombia!,
y con su sable cortó el pendulo del reloj alemán que marcaba la 1 con 3 minutos.

Luego de la autopsia y embalsamamiento realizadas a las cuatro de la tarde cerca de la cocina por el Dr. Reverend. al vestir al cadáver, notó que la camisa disponible del Libertador estaba en mal estado, exclamó:
¡Bolívar ni muerto merece una camisa rota!,
Dolorosa realidad de quien nació en «cuna de oro».
Se le colocó una cedida por el ilustre prócer de Tinaco, José Laurencio Silva.

El cadáver fue trasladado en la noche a la Casa de la Aduana, ( Monumento Histórico Nacional), para ser expuesto en Capilla Ardiente.
El sepelio se estableció para el día 20 en la Catedral Basílica Menor de Santa Marta.

El coronel Pedro Rodríguez, jefe del estado mayor del Magdalena, emitió el primer documento oficial conocido, anunciando la muerte del “Sol de América”.

Entre los amigos recogieron algo más de doscientos cincuenta pesos para los gastos funerarios.

El pueblo y autoridades al conocer la infausta noticia, se prepararon con regio luto, para participar en el velorio, honras funebres e inhumación.

¡Bolívar no ha muerto, vive en la historia, en el corazón de muchos y representado por sus hijos!. Tte Fernando Bolívar Palacios, sobrino de El Libertador.

Nota: Casualmente el 17 de diciembre,(1840), murió en la población de Mulaló, Valle del Cauca, el noble caballo «Palomo», representado en todas las plazas y pinturas del mundo, regalado en Tunja al Libertador por la agorera Casilda Zafra en 1819, antes de la batalla de Pantano de Vargas.

Eumenes Fuguet Borregales. eumenes7@gmail.com




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.