Una mancha de sangre seca cubría parte de la acera. Los vecinos estaban encerrados en su casa y pocos vieron lo que ocurrió la noche anterior en la calle Y, de la manzana 10 en la Ciudadela José Marti.
Era domingo a las 08:30 p.m., cuando Arnaldo Jiménez, de 37 años, fue impactado por una bala disparada por un sujeto que iba pie. Los vecinos vieron muy poco, pero recuerdan las tres detonaciones y el cuerpo de la víctima desplomarse en el suelo, mientras el asesino se montaba en una moto con otros dos individuos que le seguían el paso.
Jiménez saludaba a la dueña de la casa que estaba frente a él, justo antes de que lo balearan. A la mujer no le dio tiempo de reaccionar, ella le realizaba una terapia a su hija de 17 años quien padece de una enfermedad, cuando escuchó las detonaciones. Otras vecinas también las escucharon. Incluso en una de las viviendas, una mujer que prefirió no identificarse vio el chispaso del arma al ser accionada.
En La Ciudadela estos crímenes parecen ser usuales. Unas muchachas que cuidan un huerto de yuca lo afirman.
Los vecinos consideran que Jiménez debió tener un conflicto con alguien y eso motivó el delito, puesto que vivió en la zona hace unos tres años y solía regresar para visitar a sus viejos amigos.
Los funcionarios levantaron el cuerpo una hora después del asesinato.
Baleado en Diego Ibarra
Como Antony Alexander Bohada Arellano, de 18 años, fue identificado un joven que perdió la vida por arma de fuego en el barrio La Guaricha, justo en la calle principal La Montanita en el municipio Diego Ibarra. (RT)