160 millones de metros cúbicos. Recorrer Pao toma 15 minutos en lancha, a una velocidad de 60 kilómetros por hora. Mil 450 hectáreas.(Foto Archivo El Carabobeño)

A juicio de la ONG Fundación Movimiento por la Calidad del Agua (Fmpca) es necesario que todos los esfuerzos de las autoridades se vuelquen primero al saneamiento de los cursos de agua contaminados que llegan al embalse Pao-Cachinche, antes de realizar cualquier inversión en la planta de potabilización Alejo Zuloaga.

En un vídeo difundido a través de Instagram el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, señaló que el grave problema de la calidad del agua, que pone en riesgo la salud de los carabobeños, podría solucionarse si se “liberan” los más de 24 millones de euros requeridos para concluir el proyecto de la planta potabilizadora.

Sin embargo, la organización no gubernamental advirtió mediante un comunicado que de nada servirán las inversiones de dinero y tiempo en las instalaciones de la planta Alejo Zuloaga, ya que seguirá recibiendo agua contaminada desde Pao-Cachinche, embalse inhabilitado para ser fuente de agua apropiada para la población luego que a principios de la década de los años 90 se determinara su condición hipereutrófica.

“Este embalse (Pao-Cachinche) fue clasificado como hipereutrófico, según el criterio de Salas y Martinó (1991)”, citó en el documento la Fmpca. También se hizo mención a un estudio de caracterización limnológica realizado por Ernesto J. González y otros investigadores de la Universidad Central de Venezuela (UCV) durante 17 meses, entre setiembre 1997 y febrero 1999, el cual dio como resultado, entre otros, lo siguiente:

1- Las densas poblaciones de algas y la dominancia de las cianobacterias, además de tener efectos profundos sobre la comunidad del plancton (Infante y Riehl, 1984; Infante, 1988), están asociadas frecuentemente con condiciones indeseables en la calidad del agua (Laws, 1993).

2- El exceso de fitoplancton crea problemas estéticos y reduce el valor del cuerpo de agua como fuente de recreación. Adicionalmente, la muerte y la descomposición de estas algas pueden crear malos olores, produciendo conflictos con otros usos.

3- El exceso de fitoplacton propicia el bloqueo de los sistemas de filtración empleados en el suministro de agua potable y conferir malos olores y sabores al agua (Harper, 1992; Yagi et al., 2002). Este problema se agrava si se toma en cuenta que algunas cianobacterias pueden liberar neurotoxinas y hepatotoxinas al agua (Prosperi, 2000).

4- “el estudio del embalse Pao-Cachinche. La descarga de las aguas de desecho sin tratamiento previo o parcialmente tratadas en los cuerpos de agua contribuye a su eutrofización cultural produciendo, entre sus manifestaciones más importantes, aumentos en la cantidad del fitoplancton y en la proporción de cianobacterias.

5- Identificaron en el embalse Pao-Cachinche cianobacterias potencialmente tóxicas como: Microcystis aeruginosa Anabaena spp, Aphanocapsa, Cylindrospermopsis raciborskii, Gomphosphaeria aponina, Oscillatoria limosa, Synechococcus bigranultus y Synechocystis aquatilis. Posteriormente, en marzo de 2012 la “Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas” publicó en su Noticia Epidemiológica N°36, bajo el título “Riesgo por cianobacterias en agua para consumo humano”, lo siguiente:

6- La presencia de floraciones de cianobacterias y sus subproductos en ríos, lagos y reservorios destinados al suministro, interfiere directamente en la calidad del agua, pudiendo introducir efectos negativos tanto de orden estético y organoléptico, por la producción de color, olor y sabor, como de salud pública, debido a la producción de compuestos potencialmente tóxicos y carcinogénicos (Bernardo L, 1995).

7- Un alto porcentaje de floraciones de cianobacterias produce una o varias toxinas potentes (hepatotoxinas, neurotoxinas o dermotoxinas) que pueden ingresar al organismo por ingestión directa de agua con floraciones, por contacto a través de baños, por inhalación por ¨spray¨ o por consumo de animales expuestos a cianotoxinas. (Williams D., S. Dawe, M. Kent, R. Andersen, M. Craig and C. Holmes. 1997.)

8- Se ha confirmado el papel de las Microcistinas como promotoras de hepatomas (cáncer de hígado) (Moreno I, Repetto G, Cameán A, 2003; Andrinolo D, 2006), y capacidad mutagénica, muerte embrionaria, malformaciones). En humanos se ha encontrado relación entre la exposición crónica por consumo de agua con Microcistinas en el primer trimestre del embarazo y un aumento de defectos congénitos. (Moreno I, Repetto G, Cameán A, 2003).

9- Cuando las floraciones tóxicas se dan en cuerpos de agua destinados a usos humanos, como fuente de agua potable, recreación, baños, etc., ocasionan importantes perjuicios desde el punto de vista sanitario y estético (Codd, G.; S. Bell and W. Brooks. 1989.).

10- En 1998, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el nivel máximo aceptable para el consumo diario de Microcistina LR en 1 µg/l (Ramírez García P, Martínez Romero E, Martínez Salgado MD, Eslava Campos, 2004; Burch MD, 2007) y este valor es también la concentración máxima aceptable para prevenir la inducción de tumores (Roset J. Aguayo S, Muñoz MJ, 2001). Algunos autores proponen un valor de 0,01 µg/l en casos de exposición crónica, por la posible correlación entre cáncer primario de hígado y presencia de Microcistinas en agua (Infante A, Riehl W (1984)).

La organización destacó, además, “el serio problema de la estabilidad química de las cianotoxinas dado que presentan alta estabilidad química”. En este sentido, agregó que la única tecnología capaz de remover del agua las cianotoxinas es la ósmosis inversa, a un costo superior al monto a invertir en el saneamiento del embalse, incluyendo los canales de trasvase propuestos por el Movimiento por la Calidad del Agua.

Para la organización no hay dudas. Es imposible remover las cianotoxinas con los recursos de las plantas potabilizadoras del Acueducto Regional del Centro I y II y es por esta razón que la solución está en el saneamiento de las aguas contaminadas de todos los cauces que conducen al embalse Pao-Cachinche, incluyendo al río Chirgua, que aporta contaminación por agroquímicos, aparte de aguas servidas urbanas.

A continuación puede consultar el documento íntegro emitido por la organización:




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