Saqueos y protestas forman parte de una misma escalada de la oposición para generar el caos en el país.
El ministro de Educación, Elías Jaua, dijo en rueda de prensa ofrecida junto a la canciller Delsy Rodríguez, Cilia Flores, entre otros funcionarios, al término de una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en el país, que la oposición convoca a una rebelión de la sociedad contra el Gobierno y de acciones de violencia contra órganos de seguridad del Estado.
Esta escalada de violencia, según Jaua, tiene como componente peligroso una alianza con mercenarios en varias ciudades del país y una campaña de odio en las redes sociales que ha convertido a honestos ciudadanos en asesinos. El ejemplo de Jaua vincula a un abogado que desde su casa lanzó una botella de agua congelada que mató a una mujer chavista o el de San Cristobal, donde un militante de un partido opositor disparó contra un grupo de motorizados que transitaba por el lugar y terminó matando a una joven trabajadora que caminaba por la zona. «Son eventos que se atribuyen al Estado, pero son muertes producidas por la oposición o personas llenas de odio para perjudicar al Estado venezolano».
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El Gobierno valora lo acontecido como una situación de insurgencia armada por parte de grupos de oposición en alianza con bandas criminales, de acuerdo al ministro. «La respuesta ha sido el uso legal y proporcionado de las fuerzas, estamos por debajo de los estándares porque a manifestantes armados con escopetas, revólveres que han matado a varios funcionarios policiales, los estamos enfrentando con propulsión de agua, bombas lacrimógenas y contención física de los manifestantes». Jaua dijo que el Estado no ha autorizado el uso de armas de fuego contra los manifestantes y que han sido respetuosos de los derechos humanos y que cuando ha habido un exceso policial, «como en abril ocurrió solo en 3 casos y al margen de las fuerzas públicas», fueron inmediatamente presos en distintas partes del país.
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En paralelo a esta escalada de violencia contra el Estado y la República, hay una decisión de hacer armas contra la República, que puede defenderse, argumentó. Jaua asegura que fue el Gobierno el que insistió durante casi un año para que la oposición se sentara a dialogar, lo cual se logró en noviembre, cuando se llegó a acuerdos «insistentemente violados por la oposición con sus acciones violentas. La ruta iniciaba por una decisión en plenaria de desincorporar a los diputados en Amazonas, electos fraudulentamente. Esa ruta abría la convocatoria para elecciones a gobernadores y alcaldes. Ellos nunca la cumplieron, pese a que el Presidente insistía en que dialogáramos, pero fue imposible».
