Un análisis de estudios publicados indica que seguir la dieta mediterránea puede reducir el riesgo de fragilidad en las personas mayores. Los hallazgos, que se publican en ‘Journal of the American Geriatrics Society’, sugieren que una dieta que se centre en alimentos a base de plantas, como frutas y verduras, cereales integrales, legumbres y nueces, puede ayudar a mantener a las personas saludables e independientes a medida que envejecen.
La debilidad es común entre las personas mayores y su prevalencia está aumentando a medida que la población envejece. Los adultos mayores frágiles a menudo pueden sentirse bajos en energía y tener pérdida de peso y debilidad muscular, además de que son más propensos a sufrir de numerosos problemas de salud, como caídas, fracturas, hospitalización, discapacidad, demencia y muerte prematura, por ejemplo. La fragilidad también se asocia con una menor calidad de vida.
Se cree que la nutrición desempeña un papel crucial en el desarrollo de la debilidad. Un equipo dirigido por Kate Walters y Gotaro Kojima, del ‘University College London’, en Reino Unido, analizaron si seguir una dieta saludable pudiera disminuir el riesgo de fragilidad. Para ello, estos investigadores evaluaron la evidencia de todos los estudios publicados que examinaron las asociaciones entre el cumplimiento de una dieta mediterránea y el desarrollo de la fragilidad en las personas mayores. Su análisis incluyó a 5.789 personas en cuatro estudios en Francia, España, Italia y China.
Encontraron que la evidencia era muy consistente de que las personas mayores que siguen una dieta mediterránea presentan un menor riesgo de volverse frágiles –afirma Walters–. La mayoría de las personas que siguieron la dieta mediterránea en general tuvieron menos de la mitad de probabilidades de volverse frágiles durante un periodo de casi cuatro años en comparación con los que menos la siguieron”.
Ayuda a mantener la fuerza muscular y los niveles de energía
Los investigadores observaron que la dieta mediterránea puede ayudar a las personas mayores a mantener la fuerza muscular, la actividad, el peso y los niveles de energía. “Nuestro estudio apoya el creciente cuerpo de evidencia sobre los beneficios potenciales para la salud de una dieta mediterránea, en nuestro caso para ayudar potencialmente a las personas mayores a mantenerse bien a medida que envejecen”, señala Kojima.
Aunque las personas mayores que siguieron una dieta mediterránea tenían un menor riesgo de volverse frágiles, no está claro si otras características de las personas que llevaron esta dieta podrían haber ayudado a protegerlos. “Aunque los estudios que incluimos se ajustaron para muchos de los principales factores que podrían asociarse, por ejemplo, su edad, sexo, clase social, tabaquismo, alcohol, cuánto ejercicio hicieron y cuántas afecciones de salud tuvieron, puede haber otros factores que no se midieron y que no tuvimos en cuenta –reconoce Walters–. Ahora necesitamos grandes estudios que analicen si aumentar cuánto se sigue una dieta mediterránea reducirá el riesgo de volverse frágil”.