A la sombra de un desastre inminente viven cientos de familias en el sur de Maracay, estado Aragua. El colapso definitivo de un muro improvisado que represa las contaminadas aguas del Lago de Valencia arrasaría con todo.
Las fuertes lluvias registradas en lo que va de año y las que se esperan para lo que resta de 2017, hacen que esta problemática requiera ser atendida con mayor urgencia ahora más que nunca. Miles de vidas corren peligro.
El lago se ha desbordado y ha inundado a varias urbanizaciones. La circulación por las comunidades se hace prácticamente imposible a lo largo de decenas de cuadras y los vecinos se han visto obligados a improvisar balsas para poder movilizarse.
El acceso al agua potable se ha visto severamente restringido. Enfermedades como zika, dengue, escabiosis, alergias y toda clase de afecciones respiratorias y diarreicas menguan a la población. Amnistía Internacional Venezuela tiene conocimiento de al menos un caso de microcefalia entre los recién nacidos del lugar.
Amnistía Internacional Venezuela recordó que, desde el año 2012 una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó la evacuación de la zona y el pago de indemnizaciones para sus habitantes por parte del Estado. Sin embargo, la puesta en práctica de esta orden ha beneficiado a pocas personas según denuncian activistas de las comunidades afectadas.
Amnistía Internacional invita a los ciudadanos a firmar una petición en su página web, para exigir a las autoridades que atiendan sin mayores demoras, a las comunidades afectadas por el Lago de Valencia.