«Mediante investigaciones de campo selectivas y un correcto asesoramiento técnico a la esposa de la víctima, fue liberado sin pago alguno y sin ningún tipo de lesión el empleado de seguridad de la embajada de USA, de nombre Kerbin Barazarte», detalla el informe al que tuvo acceso la AFP.
Según el documento, Barazarte, venezolano de 28 años, fue secuestrado cuando realizaba labores de vigilancia con un compañero -que logró escapar- en una camioneta en los alrededores de la sede diplomática, en el sector La Alameda, municipio Baruta (sureste de Caracas).
Sus captores exigían un rescate de 30 mil dólares, añadió el parte, según el cual la víctima manifestó haber estado retenido en un sector popular del oeste de la ciudad conocido como Cota 905, con fuerte incidencia delictiva.
El martes, el ministerio de Interior y Justicia reportó el hallazgo de una camioneta de la embajada de Estados Unidos, donde se presume que fue secuestrado Barazarte.
Las pesquisas fueron realizadas por la División Antiextorsión y Secuestros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en coordinación con personal de seguridad de la embajada, según fuentes de ese organismo.
El comisario Luis Godoy, exjefe de la División contra Homicidios del Cicpc, dijo este miércoles a la AFP que la cantidad de secuestros en Venezuela ha aumentado considerablemente desde hace ocho años, porque es un delito «rápido y efectivo» y el que más beneficios otorga a los delincuentes. «Rápidamente, utilizando el terror y el pánico, obtienen dinero en la mayoría de los casos. 60% de las víctimas no denuncia el delito, lo que alienta la impunidad».
El exoficial sostiene que, por el contrario, cuando los casos son asumidos oportunamente por el Cicpc, su resolución alcanza un 98% de efectividad.
Godoy explicó que es difícil determinar la cantidad de secuestros que ocurre en Venezuela, porque no hay cifras oficiales.
«El año pasado hubo entre 1.200 y 1.300 secuestros en todo el país, según organizaciones no gubernamentales», añadió.
